El pueblo de 200 habitantes que está junto al cráter más grande de la península

Detalle de la roca volcánica que queda en la zona

Alberto Gómez

2 de abril de 2025 20:00 h

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Según el dato censal del INE de 2023, consta que la localidad que lleva por nombre Estanyol, en la provincia de Girona, viven o vivían 197 habitantes. Pocos ciudadanos pero muy acostumbrados ya a vivir junto a uno de esos acontecimientos que no ocurren en cualquier lugar. Porque las viviendas de dichos lugareños están junto a un cráter. Y no un cráter cualquiera.

Y es que el volcán de la Crosa, nombre del fenómeno, abarca un diámetro de 1.250 metros, una cifra contrastada por diferentes expertos y que hace de este volcán considerarlo el cráter más grande de la península ibérica y, además, uno de los más grandes de toda Europa

En sí es todo un edificio volcánico excepcional, por sus características y por la situación del cráter, empotrado por debajo del nivel original del terreno. La zona tanto del volcán como de Estanyol es bastante llana, de campos agrícolas y muy apacible para pasear, por lo que sorprende el contraste con algo tan explosivo como lo que fuera un volcán. De hecho actualmente en el cráter hay campos y plantaciones de árboles. 

Era cuaternaria

El origen de tan original fenómeno de la naturaleza más volcánica hay que buscarlo en las violentas explosiones provocadas por el contacto del magma con una gran bolsa de agua subterránea. De hecho, dentro del mencionado cráter principal, hay un segundo cráter, más pequeño, fruto de una erupción posterior. En todo caso dicho origen no lo presenció ninguno de los vecinos actuales de Estanyol, ya que se produjo hace aproximadamente medio millón de años, en la era cuaternaria.

Otra curiosidad añadida es que en la zona más alta del límite del cráter está el monte de Sant Llop, donde hay una antigua capilla de origen románico. Bastante deteriorada, los historiados la sitúan como levantada en el siglo XIII. Dada su posición estratégica, a 225 metros de altura, también fue usada antaño como lugar para vigilar y velar por la integridad de los habitantes de Estanyol. Aunque fueran pocos.

En la propia localidad gerundense hay un pequeño museo que ofrece a sus visitantes más datos y curiosidades sobre un volcán que actualmente está protegido como espacio natural. Las rocas volcánicas que aún permanecen en el paisaje alrededor del cráter son de color rojizo, a veces con formas muy curiosas.

En la antigüedad y una vez generado el cráter, los habitantes de Estanyol podían disfrutar de contemplar una cierta fauna de agua dulce. Pero en la actualidad se ha visto reducida en cantidad y calidad, aunque cuando se producen lluvias como las de las últimas semanas sí que aparecen copépodos y ostrácodos.

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