Qué hacen dos obras de Picasso en un pueblo de 2.500 habitantes de Granada

Qué hacen dos obras de Picasso en un pueblo de 2.500 habitantes de Granada. Porque es así; en Salar, en la comarca de Loja, cobijan desde hace un lustro, en su Museo Etnográfico, dos piezas de Pablo Picasso. En concreto, se trata de un cuadro y de una vasija de cerámica.

Estas dos obras llegaron al museo fruto de la voluntad del director del Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Mijas, Javier Fructuoso, que quería fomentar el arte en aquellos lugares que no son epicentro turístico. Pero todo empieza un poco antes. El Museo Arqueológico de Granada había decidido quedarse con dos Venus que fueron encontradas en los restos de la villa romana de la localidad. Se las llevaron pese a la petición por parte del Ayuntamiento de Salar de que se quedasen allí.

Así que, desde Mijas entendieron que había que echarles una mano y apenas unas horas después de que la noticia de la pérdida de las venus se hiciese pública, el museo malagueño contactó con el Consistorio de Salar para ponerse a su disposición.

La llamada sorprendió al alcalde de Salar, Armando Moya (IU-Para la gente). “Yo creo que se creían que era una broma”, recuerda Francisco Javier Fructuoso, director del CAC de Mijas. Pero no lo era. Apenas unas horas después de que los vecinos de este pueblo del poniente granadino viesen cómo las venus de su villa romana se marchaban hacia la capital de la provincia, Fructuoso tomó nota del nombre del municipio y decidió hacer algo al respecto.

Adiós, venus; hola, Picasso

“No sé para qué necesita la Junta todo lo que sale de allí”, comenta, en referencia a la decisión de quedarse con las esculturas por parte del Museo Arqueológico, dependiente de la Consejería de Cultura del Gobierno andaluz. “Las podrían haber dejado en Salar. Hubiera sido lo correcto”. Como no fue así, Mijas decidió intervenir.

El CAC de Mijas abrió sus puertas en 2013 y está gestionado por la Fundación Remedios Medina. No es un museo con grandes recursos, hasta el punto de que el edificio en el que está situado fue cedido por el propio Ayuntamiento de Mijas, pero sí cuenta con una colección más amplia de la que puede exponer en sus tres salas. “Tenemos un búnker, como lo llamamos nosotros, con muchas obras que podríamos compartir”, explica Fructuoso. De ese fondo, seleccionaron dos piezas de Picasso y se las ofrecieron a Salar sin pedir nada a cambio. “Si podemos ayudar a alguien, encantados”, dice.

El traslado de las obras tampoco tuvo coste alguno para el municipio. Fue el propio Fructuoso quien llevó las piezas en su vehículo particular hasta Salar, sin más pretensión que contribuir a que el pueblo no perdiera todo su atractivo cultural. “Nosotros no cobramos nada ni pedimos nada”, subraya. “Lo importante es que el arte siga vivo y accesible”.

Arte que revitaliza

La llegada de las obras al Museo Etnográfico supuso un pequeño revulsivo para el municipio. “Nos ha servido, junto con la villa romana, para dar visibilidad al pueblo”, admite el alcalde. Desde que en 2020 se hizo la cesión, el centro de interpretación de Salar ha ido ganando atractivo turístico, con unas 12.000 visitas anuales. La entrada, que cuesta cinco euros, incluye el acceso a la villa romana y al museo, donde siguen expuestas las venus, aunque ahora en forma de réplica. “Queremos seguir colaborando y trabajando en esto”, añade Moya.

La relación con el CAC de Mijas sigue viva. Fructuoso ha iniciado conversaciones con el Consistorio de Salar para renovar las obras, sustituyéndolas por otras y así mantener el interés del público. “Si la gente ya ha visto las que están, podemos cambiar y poner otras”, propone.

El Ayuntamiento, por su parte, mantiene su objetivo de consolidar un museo en condiciones y que en el futuro sea más grande para acoger, por ejemplo, las exposiciones que el CAC de Mijas está dispuesto a ceder. “Hemos comprado el solar y tenemos el proyecto, pero falta la financiación”, explica el alcalde. La clave puede estar en las obras del AVE, ya que ADIF ha manifestado su compromiso de invertir en proyectos complementarios en la zona, argumenta el regidor.

No es la primera vez

El compromiso del CAC de Mijas con la difusión del arte no se ha limitado a Salar. En el pasado, han organizado exposiciones en lugares tan diversos como Bélgica, Luxemburgo, Turín o incluso Dubai. En 2012, desde la fundación que gestiona el centro llevaron una colección de 97 obras a la A&M University de San Antonio, en Texas.

“Las piezas que hoy están en Salar han viajado antes a Estados Unidos”, comenta Fructuoso, destacando la importancia de la itinerancia en la conservación y promoción del arte. También han trabajado en proyectos nacionales, como la exposición en la ermita de La Nava, en Huelva, donde cuadros de Picasso, Dalí y Miró flotaban sobre estructuras metálicas en un espacio desacralizado convertido en centro cultural.

Fructuoso insiste en que su objetivo siempre ha sido compartir el arte con el mayor número de personas posible. “Para tenerlas almacenadas, mejor que las disfrute la gente”, defiende. Además de Salar, el CAC de Mijas ha prestado obras para exposiciones en distintas ciudades y ha facilitado el acceso a su colección a museos de menor tamaño que no siempre pueden permitirse la adquisición de piezas de gran valor.

Mientras tanto, en un rincón de Granada, un cuadro y una vasija de Picasso siguen esperando a quienes quieran descubrir cómo llegaron hasta allí. Una historia con fecha de caducidad porque la voluntad de los museos de Salar y Mijas es hacer un nuevo intercambio de obras en apenas unas semanas.