El sector agrario resurge

En mayo de 2024 presenté en Madrid, el libro El Resurgir del Agro (Editorial Agrícola). Entonces, tras meses de movilizaciones de agricultores y ganaderos en todo el país, el contenido del libro estaba de plena actualidad. Cuando me puse a pensar en escribir un libro como este, a propuesta del director de la Editorial Agrícola, convenimos en hacer una publicación directa y sencilla -si es que esto es posible en el marco de la complejidad extraordinaria del sector agrario- en la que, con total libertad, expresase mis ideas sobre cuáles son los retos más importantes que afronta actualmente el sector -la identificación de los mismos fue el primer trabajo, previo a la escritura del libro- y mis propuestas para el futuro en cada uno de ellos.  

Hoy, el libro sigue plenamente vigente, y de ahí las diferentes presentaciones del mismo en distintos puntos de nuestra geografía, la siguiente de ellas, este jueves 6 de marzo en la librería Popular de Albacete.  

Quizá los dos retos de más actualidad sean la Política Agraria Común (PAC) del futuro, y la urgencia de elaborar en España una ley que proteja el modelo de agricultura familiar. Hoy, me centro en los dos. 

Con relación al primero de ellos, la Comisión Europea acaba de lanzar su comunicación sobre la visión de la agricultura y la alimentación europea de cara al futuro, documento que ha de servir de base para la propuesta de reforma de la PAC para el período 2028-2034, que la Comisión Europea debe poner encima de la mesa este año 2025. Este documento constituye un análisis general que marca como objetivos la competitividad del agro europeo, haciéndolo atractivo para los jóvenes, con una cadena de valor justa para todos los eslabones, una apuesta por la innovación y el mantenimiento de las ambiciones ambientales de la Unión Europea (UE), entre otros. 

Y para ello, una de las herramientas fundamentales, son las ayudas incluidas en la PAC, para las cuales, la Comisión, en este primer documento para la reflexión, apuesta por una mayor orientación a los objetivos, la tan manida simplificación y, sobre todo, lo más relevante, desde mi punto de vista, dirigirlas a quienes más las necesitan (“towards those farmers who need it most”), posición que mantengo en El Resurgir del Agro, y en todas las reflexiones que he publicado desde entonces, algunas, también, en esta sección de elDiario.es de Castilla-la Mancha. 

El segundo de los retos mencionados, el de la agricultura familiar, está también en el debate actual a. Hace unos días, el presidente del Gobierno anunciaba la elaboración de la Ley de Agricultura Familiar en nuestro país, tal y como figura en el programa electoral del PSOE, y en respuesta a demandas de organizaciones agrarias como UPA, que llevan reclamándola desde hace años. Este compromiso es muy importante, pues supone el pistoletazo de salida a un proceso de elaboración de una ley que debe definir el modelo de explotación familiar y determinar la prioridad de este en las ayudas y estrategias que ponga en marcha la administración. Es una ley urgente; y así lo presento en el libro, con propuestas concretas que faciliten el relevo generacional, y el modelo de explotación esencial para el desarrollo de nuestro territorio rural. 

En síntesis, una nueva PAC, más justa, y una Ley de Agricultura Familiar, dos retos del sector que, si se definen bien, pueden hacer resurgir al agro.