El Palau de la Música compra la mansión de su saqueador para intentar venderla y resarcirse del expolio
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El intento del Palau de la Música de recuperar el saqueo perpetrado por su antiguo mandamás, el fallecido Fèlix Millet, ha llevado al auditorio a comprar la mansión de su expoliador en L'Ametlla del Vallès (Barcelona), uno de los bienes embargados que la Justicia está subastando para intentar recuperar los 23 millones esquilmados por Millet. El objetivo del Palau es revender la finca.
La compra de la mansión Millet, adelantada por Catalunya Ràdio y confirmada a elDiario.es por una portavoz del Palau de la Música, se produjo en la segunda subasta de la finca después de que la primera quedara desierta. El Palau ha pagado 780.000 euros y espera poder venderla. La propiedad estaba tasada inicialmente en casi dos millones de euros.
La finca dispone de una parcela de más de 4,5 hectáreas, con una casa con dos plantas de 216 metros cuadrados cada una. La vivienda tiene ocho habitaciones y ocho aseos, y Millet construyó allí un auditorio. En el anuncio en la web de la empresa IAG, encargada de la subasta, también podían verse imágenes del interior: salas de estar, billar, piscina y jacuzzi y gimnasio.
No es la primera vez que el Palau compra uno de los bienes embargados a Millet para intentar venderlo y obtener un beneficio con el que intentar resarcirse del saqueo. El auditorio ya adquirió hace un tiempo un cuadro del pintor Ramon Casas propiedad de su antiguo mandamás.
El del Palau es el mayor caso de corrupción de la historia de Catalunya. Millet, ya fallecido, y su segundo, Fèlix Montull, saquearon durante años la institución, todo un símbolo de la burguesía y la cultura catalanas, y gastaron dinero del Palau en viajes de lujo, obras en sus casas (entre ellas, la mansión de L'Ametlla) y gastos personales como tabaco. Además, ayudaron a que el Palau fuera la cañería de la corrupción de Convergència: la institución sirvió para trasladar las comisiones ilegales de Ferrovial al partido a cambio de obra pública en el último gobierno de Jordi Pujol.
Desde hace un lustro, una vez el caso fue sentenciado en firme, la Audiencia de Barcelona está subastando los bienes embargados a Millet y Montull durante la investigación del caso para que el Palau pueda recuperar el saqueo. Tras un inicio a buen ritmo, con la subasta de pisos y casas en Menorca de los exmandamases del auditorio, el resarcimiento del saqueo se ha estancado en alrededor de 14 millones de los 23 esquilmados.
En paralelo, el Palau también ha denunciado a los antiguos responsables del auditorio por impedir la devolución del saqueo. Un juzgado de Barcelona mantiene investigadas a las dos hijas de Millet, a Montull, a su hija Gemma –también condenada pero que nunca ha llegado a entrar en prisión– así como su madre, Mercè Mir. También estuvo investigado Fèlix Millet, pero su fallecimiento extingue cualquier tipo de responsabilidad penal.
En un primer momento, el juez que entonces dirigía la investigación no logró encontrar a Clara y Laila Millet en Perth (Australia) y Madison (EEUU), ciudades a las que se mudaron tras descubrirse el escándalo en 2009. A petición de la Fiscalía Anticorrupción, incluso llegó a mandar a un equipo de los Mossos d'Esquadra al funeral del saqueador del Palau de la Música en marzo de 2023 para entregarles su citación como investigadas, sin éxito.
Finalmente, ambas hermanas pidieron en 2023 declarar por videoconferencia desde Australia y EE UU, los países en que residen desde 2009. Laila Millet (no así Clara, que fue absuelta) fue condenada como responsable civil a título lucrativo del expolio. La comparecencia está prevista para el próximo mes de julio.
La otra causa abierta a los exresponsables del Palau por los problemas en la devolución del expolio terminó en absolución. La Audiencia de Barcelona exculpó a Montull y su esposa de haber ocultado el cobro de 31.500 euros de un alquiler para no devolver el saqueo a la entidad cultural.
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