Kieran Culkin, el 'hermano de' que dejó de serlo hace mucho tiempo y ahora puede ganar el Oscar
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Los 'juguetes rotos' cuentan con su propio capítulo dentro de la historia del cine. Muchos han sido los niños y niñas cuyas infancias fueron arrojadas al vacío ante los focos y tempranas famas, que no todos consiguieron gestionar de la misma manera. Henry Thomas protagonizó E.T. El extraterrestre con once años, Will Wheaton lideró Cuenta conmigo con catorce y Mara Wilson apenas nueve cuando Matilda la catapultó al estrellato. Y luego están las sagas familiares, como la de los Culkin, cuya infancia sobre los escenarios y las cámaras no fue la que ninguno de los hermanos pidió. En el caso de Kieran, que tiene ahora 42, sembró la semilla para que este domingo parta como uno de los favoritos para hacerse con el Oscar a Mejor actor de reparto por A Real Pain.
Su padre, Kit Culkin, había sido intérprete de segunda fila de teatro, y acabó trabajando como sacristán en una iglesia católica. Su madre, Patricia Brentrup, era recepcionista en una agencia de casting. Juntos tuvieron un total de siete hijos, que crecieron en un contexto de escasez económica. La vocación frustrada de Kit por no haber alcanzado el éxito provocó, según verbalizó años después Macaulay Culkin a New York Magazine, que decidiera rentabilizar “lo monos que eran sus retoños”, y les puso a trabajar en el teatro antes de que aprendieran a articular palabra. Kieran Culkin lo recordaría así más adelante en Vanity Fair: “Siempre que necesitaban a un niño para una obra en el Light Opera de Manhattan, mis padres le decían: '¿De qué edad y de qué sexo lo queréis? Por aquí tenemos siete'”.
La película Solo en casa lo cambió todo. Macaulay (1980) saltó a la fama a nivel mundial como Kevin McCallister, el niño que accidentalmente se quedaba abandonado en su hogar mientras que toda su familia se marchaba a pasar las vacaciones a Francia. La rodó cuando tenía diez años, bajo la dirección de Chris Columbus (Gremlins, Harry Potter y la piedra filosofal) y, cuatro décadas después, sigue siendo considerada un clásico –en especial de Navidad–. El boom que supuso el filme se tradujo en una nominación al Globo de Oro y un millón de dólares, al que se sumó el sueldo por la secuela, Solo en casa 2, que grabaron dos años después –llegó a las salas en 1992–. El joven, siguió encadenando obras y llegó a batir el récord de un sueldo infantil con los 10 millones de dólares que cobró por aparecer en Richie Rich. Hasta que se cansó.
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Solo en casa fue igualmente importante para su hermano Kieran Kulkin (1982), que debutó en el cine con ocho años precisamente en esta película, encarnando al insoportable primo del protagonista, Fuller. Repetiría en la secuela y en otros títulos como Nowhere to Run (1991), My Summer Story (1994) y Father of the Bride Part II (1995).
Pero su éxito ante las cámaras no tuvo su traslado al hogar, en el que el hermano más pequeño, Rory, actuó por primera vez en pantalla en 1993 junto a Macaulay, en Richie Rich. En 1995, aunque sus padres nunca llegaron a casarse, se separaron y comenzaron una batalla legal por la custodia de sus hijos y, sobre todo, la fortuna de Macauley Culkin. El joven actor decidió no aceptar ningún papel hasta que resolvieran la situación, para lo que tuvieron que esperar hasta 1997, cuando Kit Culkin cedió el control a su madre, Patricia Brentrup. Macauley se enfrentó igualmente a ambos para impedir que controlaran sus fondos económicos, que ascendían a entre quince y veinte millones de dólares, y logró eliminar sus nombres de sus cuentas.
Más allá de lo económico, el intérprete habló en 2020 sobre el maltrato que recibió por parte de su padre. “Me enseñó lo que era tener miedo, hizo daño a mucha gente. Era un hombre malo. Era abusivo, física y mentalmente. Podría enseñarte todas mis cicatrices si quisieran. Era autoritario, muy controlador”, afirmó en el pódcast WTF de Marc Maron. Kieran confirmó sus palabras años después a Hollywood Reporter, donde expuso que “no era buena persona y probablemente tampoco fuera buen padre”, pese a que él no tuvo “las mismas experiencias locas, negativas, horribles y traumáticas como actor infantil”. Todos los hermanos rompieron relación con él.
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La familia tuvo que sobreponerse a dos trágicas muertes. Su hermanastra Jennifer Adamson –era hija de una pareja anterior de su padre–, falleció por una sobredosis de heroína en el 2000. Ocho años más tarde, su hermana Dakota murió tras ser atropellada por un coche en Los Ángeles.
2018, el gran salto gracias a 'Succession'
Macauley se mantuvo en la decisión que tomó siendo aún un adolescente de dejar la interpretación, mientras que Kieran siguió forjando su carrera con películas como Igby Goes Down –por la que fue nominado al Globo de Oro–, Paper Man, Scott Pilgrim contra el mundo y Movie 43; y series como Go Fish y Fargo. Pero el gran salto lo dio en 2018, cuando se sumó como uno de los protagonistas de Succession, en la piel del odioso Roman Roy. El papel por el que en 2023 obtuvo el Emmy y el año pasado el Globo de Oro a Mejor actor de reparto.
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“¡Chúpate esa, Pedro! ¡Lo siento! ¡Es mío!”, pronunció al recoger el premio, lanzando una broma a Pedro Pascal, también nominado por su trabajo en The Last of Us. El actor agradeció al equipo de la serie que hubiera hecho posible este reconocimiento, además de a tres mujeres: “A mi manager, ya que de no ser por ella no tendría carrera. A mi esposa y a mi maravillosa madre. Gracias por todo lo que hiciste por nosotros. Eres increíble”.
Su consagración tras el éxito de la serie de HBO llegó en 2024 de la mano de Jesse Eisenberg, que le fichó para su película A Real Pain. La comedia que narra el viaje de dos judíos a través de Polonia, recordando el Holocausto y a su abuela recién fallecida. El papel de Culkin –que recuerda al de Succesion en cuanto a cómo su extraña e insolente espontaneidad camuflan en realidad su tortura interna–, le han valido para ganar el Globo de Oro, el BAFTA, el premio del Sindicato de Actores y optar este domingo al Oscar a Mejor actor de reparto.
El primero tuvo que subir a recogerlo su compañero Jesse Eisenberg, que explicó que Culkin no había podido acudir a la gala por estar “cuidando de un familiar que está bastante enfermo”. “Es tan devoto como padre de familia que intentó abandonar mi película dos semanas antes de que empezáramos a rodar porque no quería dejar a sus hijos”, reveló el director, guionista y coprotagonista de la road movie, que destacó: “Es una de esas personas afortunadas que tiene un talento brillante, pero que, por alguna suerte del cosmos, tiene sus prioridades en orden”.
Sí que pudo acudir a recibir el Globo de Oro, momento en el que recordó su primera nominación cuando “todavía era un niño”. “Estoy aquí porque Jesse escribió un guion espectacular”, afirmó sobre el artista, antes de recomendar a todos los presentes en la sala a que aprovecharan para trabajar con él si en algún momento tenían oportunidad. De nuevo volvió a acordarse de su manager, pareja y madre. “Te quiero”, declaró.
El último galardón recibido, correspondiente al Sindicato de Actores, en los que Cónclave y Thimothée Chalamet dieron la sorpresa poniendo aún más emoción a la carrera de los Oscar; han puesto también aún más en la diana a Kieran Culkin. El intérprete podría imponerse en su categoría a Yura Borisov (Anora), Edward Norton (A Complete Unknown), Guy Pearce (The Brutalist) y Jeremy Strong (The Apprentice). Este último compañero de reparto en la serie Succession.
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Pase lo que pase, Kieran Culkin ya ha conseguido demostrar que es mucho más que el 'hermano del' niño de Solo en casa. Succession y A Real Pain –que cuenta con una segunda nominación, a Mejor guion original para Eissenberg– mediante, el actor se ha ganado su propio hueco en un Hollywood que le acogió cuando apenas tenía uso de razón y acudía obligado a todas las producciones que ordenaba su padre; y que ahora podría encumbrarle con su primera estatuilla.
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