Ben & Jerry's acusa a Unilever de despedir a su CEO por mantener una postura progresista

La compañía estadounidense Ben & Jerry's acusa al gigante Unilever, propietario de la empresa de helados, de despedir al director ejecutivo por rechazar el “desmantelamiento” de sus valores progresistas.

David Stever se incorporó en 1988 a Ben & Jerry's como guía de las visitas a la fábrica y llevaba dos años como su director ejecutivo. En la demanda judicial presentada por Ben & Jerry's se dice que fue “destituido” a principios de marzo.

En el escrito presentado ante el tribunal del distrito sur de Nueva York, Ben & Jerry's alega que el grupo de consumo Unilever (con sede en el Reino Unido y propietario de marcas como Marmite y como Dove) quería que Stever dejara de hacer declaraciones políticas.

“Dave ha promovido valientemente la misión y los valores sociales de la empresa, ha seguido impulsando la innovación en su gama de productos premium y ha obtenido unos buenos resultados financieros, muy superiores a los de las otras marcas de helados de Unilever”, declaró Anuradha Mittal, presidenta de la junta de administración independiente de Ben & Jerry's. “Lo que Dave no ha hecho es lo que a Unilever le habría gustado que hiciera, quedarse a cargo desmantelando los valores progresistas y la misión de Ben & Jerry's”.

La acción judicial es el último episodio de una tensa relación entre la marca de helados y la matriz Unilever, que el mes pasado destituyó a su propio consejero delegado, Hein Schumacher, para acelerar un proceso de cambio de rumbo con su reemplazo por Fernando Fernández, hasta ese momento responsable de finanzas del grupo.

El mes pasado, Ben & Jerry's declaró que Unilever les estaba exigiendo que cesaran con las declaraciones públicas en contra de Donald Trump. En noviembre, la empresa de helados emprendió acciones legales diciendo que su matriz trataba de impedirles que hicieran declaraciones en apoyo a los refugiados palestinos del conflicto de Gaza. En su escrito, alegaban que Unilever estaba incumpliendo un acuerdo confidencial de 2022 con el que se había resuelto el enfrentamiento por los planes de la marca de dejar de vender en la Cisjordania ocupada.

Fundada en 1978 por Ben Cohen y Jerry Greenfield, Ben & Jerry's fue adquirida en el año 2000 por el gigante británico de bienes de consumo Unilever. Como parte del acuerdo, se creó un consejo de administración independiente que salvaguardara la misión de la marca y su firme postura en temas sociales.

Mittal también acusó a Unilever de querer echar por tierra ese acuerdo. Una cláusula que, según ella, había “protegido la autonomía de Ben & Jerry's como filial enteramente propiedad [de Unilever]” y que era responsable del “éxito financiero de la empresa y de la increíble lealtad a la marca entre sus fans”. “Por eso, el consejo independiente está demandando a Unilever; y por eso Unilever quiere castigar al consejero delegado”, dijo.

De acuerdo con el escrito presentado ante el tribunal, “Unilever ha amenazado en repetidas ocasiones al personal de Ben & Jerry's, incluido el CEO David Stever, por no cumplir con los intentos de Unilever de silenciar la misión social”. “El 3 de marzo de 2025, Unilever comunicó a la junta independiente que iban a destituir y a reemplazar al señor Stever como CEO de Ben & Jerry's”, dice el texto.

Unilever contraatacó en la tarde del miércoles solicitando que la denuncia de Ben & Jerry's fuera desestimada. El grupo comunicó que apoyaba a Ben & Jerry's en su labor de denuncia social, pero que la misión había evolucionado hacia enfoques “con un solo punto de vista en temas muy polémicos y divisivos que ponen en riesgo a Unilever, a B&J's y a sus empleados”.

La presentación de Unilever no menciona la demanda enmendada ni el trabajo de Stever. En un comunicado, el grupo declaró que el acuerdo de 2000 regulaba las decisiones de destitución y expresó su molestia “porque se haya hecho pública una conversación confidencial sobre la carrera de un empleado”.

En la página web de Ben & Jerry's, Stever sigue apareciendo como el director ejecutivo y sus abogados no han respondido aún a una petición de comentarios.

En los dos últimos años ha habido varias disputas entre las dos partes. Las tensiones aumentaron especialmente cuando en 2021 Ben & Jerry's decidió dejar de vender en Cisjordania. Unilever lo bloqueó y Ben & Jerry's la demandó.

La última disputa llega después de que Unilever anunciara el plan de sacar a la Bolsa de Ámsterdam todo su negocio de helados creando una división separada con las diez marcas de helados más vendidas del mundo. Entre ellas figuran Wall's, Magnum y Ben & Jerry's. También son dueños de las marcas Cornetto, Viennetta, Carte d'Or y Breyers, popular en Estados Unidos.