Tres de cada cuatro empresas declaran al Banco de España que apenas les ha afectado la subida del SMI

Tres de cada cuatro empresas han declarado al Banco de España que apenas les ha afectado la subida del salario mínimo interprofesional (SMI). La encuesta trimestral a las empresas españolas sobre la evolución de su actividad (EBAE) de la institución monetaria ha añadido por primera vez un par de preguntas sobre el SMI y ha detectado que solo una de cada 10 tienen más de un 50% de su plantilla con este suelo de ingresos en nuestro país.
Desde 2018, los gobiernos progresistas han elevado el salario mínimo un 61%, desde los 735,9 euros (al mes, teniendo en cuenta 14 pagas al año) en los que lo dejó el Ejecutivo del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy hasta los 1.184 euros aprobados recientemente. Estos aumentos han soportado las críticas de las patronales empresariales, de los economistas más conservadores y liberales y del propio Banco de España por el daño que supuestamente podían hacer a las nuevas contrataciones.
Los datos récord de creación de puestos de trabajo en los últimos años en España han ido desmontando estas advertencias. Incluso las voces más contrarias inicialmente han acabado admitiendo que los efectos del histórico incremento del salario mínimo en el mercado laboral no han sido importantes. Mientras, también según cifras objetivas, la subida del SMI sí que ha servido para mejorar las condiciones económicas de los trabajadores más vulnerables, entre ellos una mayoría de mujeres, y para elevar su poder adquisitivo en plena crisis de inflación, reduciendo la desigualdad.
La última encuesta a las empresas del Banco de España, publicada este lunes, ofrece nuevas conclusiones. Según recoge la EBAE del primer trimestre de 2025, “un 76% de las sociedades declaran que menos del 10% de sus trabajadores cobran el SMI o un salario indexado a dicha referencia, mientras que un 13% de las empresas señalan una incidencia media del SMI (entre un 10% y un 50% de sus empleados) y un 11% reportan una incidencia elevada (más del 50% de sus empleados)”.
Según continúan Alejandro Fernández y Mario Izquierdo, los economistas del Banco de España que han analizado este sondeo, “en cuanto a los canales de ajuste, las empresas encuestadas sugieren que los incrementos del SMI tienen un impacto significativo en las decisiones relacionadas con los precios y los márgenes empresariales”. Es decir, mayoritariamente, las decisiones que han tomado las sociedades para encajar el aumento del salario mínimo en sus negocios han estado relacionadas con una reducción de sus beneficios o con un traslado a los precios de venta (los que pagan los consumidores).
“En particular, un 32% de las empresas afirman que las subidas del SMI habrían provocado una reducción de sus márgenes [de ganancias], mientras que un 26% manifiestan que han trasladado las alzas del SMI a sus precios de venta”, prosigue el informe del Banco de España. Hay que recordar los beneficios y los márgenes de las empresas en nuestro país han alcanzado máximos históricos en cálculos agregados en los últimos años. Principalmente, porque las más grandes y sectores concretos como la energía o la banca han aprovechado la crisis de inflación y los incrementos de los tipos de interés para mejorar sus márgenes y ganar más, repercutiendo los aumentos de los costes (entre los que se encuentran los salarios) en las familias.
“Por su parte, los efectos de las subidas del SMI sobre las decisiones de empleo tienden a ser algo menos frecuentes”, añaden los expertos del Banco de España. “En concreto, un 21% de las empresas encuestadas declaran como relevante la reducción de nuevas contrataciones y un 10,1% el recorte de su plantilla vía despidos”, concluyen.
“En todos los casos, la relevancia de los diferentes canales es mayor cuanto mayor es la incidencia de trabajadores afectados por el SMI en la empresa. Así, a modo de ejemplo, entre las empresas con incidencia baja del SMI, un 15% indican haber reducido sus contrataciones como resultado de las subidas del SMI desde 2019, porcentaje que se eleva al 34% entre aquellas con incidencia media y al 43% entre aquellas con incidencia alta.
Respecto a la coyuntura, la EBAE refleja que “las empresas perciben una situación de estabilidad en la facturación durante el primer trimestre de 2025, mientras que las perspectivas de cara al segundo trimestre son positivas”.
5