El consorcio encabezado por Sidenor y el Gobierno vasco se queda con Talgo
![Los integrantes del Consorcio vasco: El presidente de BBK, el consejero de Industria, Jainaga, el consejero de Hacienda y el presidente de Vital.](https://static.eldiario.es/clip/b5e7de36-a122-403b-b718-f5c70a3e7a56_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
Se ha confirmado. El consorcio vasco encabezado por Sidenor se queda con Talgo. Finalmente, las presiones políticas han despejado el camino y la polaca Pesa y la india Jupiter Wagons han desistido de presentar sus ofertas ante la certeza de que no contaban con el visto bueno del Gobierno español, que ya vetó la opa del grupo húngaro Ganz-Mavag (Magyar Vagon) en el mes de marzo. La apuesta del empresario José Antonio Jainaga siempre ha contado con el visto bueno del Ejecutivo de Pedro Sánchez, y ha sumado a su oferta al Gobierno vasco, no sólo con apoyo, sino también con dinero público, y a las fundaciones BBK y Vital -accionistas de Kutxabank y cercanas a las instituciones- para presentar una oferta sólida por la empresa que finalmente ha contado con el visto bueno de Trilantic, el fondo propietario de Talgo. De momento, se trata de un principio de acuerdo que habrá que formalizar a partir de ahora.
La oferta vasca supone hacerse con el 29,76% de la empresa -al no llegar al 30% evita una OPA- pagando 4,15 euros por acción, que se ampliaría a con 0,85 euros más, -la oferta anterior estaba en 0,80- vinculada esta horquilla a la consecución de determinados hitos industriales. Esto supone que el precio final queda en los 5 euros por título, que era lo que pedían los propietarios de la empresa, porque esa era la oferta de la opa húngara que vetó el Gobierno por motivos estratégicos. En total, se superan los 180 millones de euros, si se cumplen unas magnitudes financieras durante los ejercicios 2027 y 2028 incluidas en el plan de negocio de Talgo, de los que 155 de millones se abonarían de manera directa: 45 millones los aportará Sidenor, la misma cantidad con la que contribuirá el Gobierno vasco, a través del fondo Finkatuz, -destinado a inversiones para facilitar el arraigo empresarial- y la BBK, respectivamente. La Fundación Vital, aportaría 20 millones de euros a ese precio inicial.
Según han señalado fuentes de Sidenor el principio de acuerdo al que se ha llegado este viernes “y en su caso el acuerdo definitivo deberá ser sometido a la aprobación de los respectivos órganos de gobierno de todas las partes vinculadas al mismo”. Dichas fuentes han resaltado que “la operación permite mantener en manos locales la propiedad de una compañía estratégica, que dispone de una tecnología puntera en el sector ferroviario y que tiene un gran futuro por delante”.
La confirmación de la noticia ha llegado después de una mañana de nervios, con el consejero Mikel Jauregi esperando un mensaje en el móvil que le confirmara que el acuerdo estaba cerrado. El propio lehendakari Imanol Pradales a primera hora de la mañana se mostraba optimista respecto al acuerdo, pero llamaba a la “tranquilidad” a la espera de cerrar “algunos flecos” pendientes. “Que no se nos lleve la ansiedad a nadie”, decía.
Una vez confirmado el acuerdo, el lehendakari ha valorado la noticia como “una magnífica noticia para nuestra economía y para el empleo industrial en Álava y en Euskadi”. Además, ha señalado que es un “buen ejemplo de cómo alinear las capacidades financieras vascas para hacer realidad proyectos industriales estratégicos para nuestro país”. “La oferta del consorcio vasco ha demostrado su capacidad para competir ante terceros y movilizar capital público y privado en una apuesta industrial de país”, ha insistido.
En la misma línea, el consejero de Industria, Transición Energética y sostenibilidad ha considerado que se trata de una “gran noticia” en tanto que “impulsa el arraigo de la empresa, su proyecto industrial de futuro y el mantenimiento del empleo. En un momento de incertidumbre a nivel mundial, desde el Gobierno Vasco apostamos por dar seguridad y certidumbre a nuestras empresas y a la ciudadanía”.
Jauregi ha destacado que esta operación “ha culminado de la mejor manera posible para fortalecer el desarrollo industrial de nuestro país, garantizando el arraigo de una empresa tractora para Euskadi, basado en un proyecto industrial sólido y de futuro, que mantiene su actividad en nuestra tierra y asegura los puestos de trabajo”. “Con este acuerdo, se han cumplido todos los objetivos que planteamos desde el inicio de la operación como condición para entrar en el capital de Talgo, y que son los que ha representado la propuesta liderada por José Jainaga”.
El consejero ha querido destacar “el gran privilegio que ha supuesto trabajar codo con codo con un referente empresarial de nuestro país como el presidente de Sidenor, y ha puesto en valor que un industrial vasco se involucre personalmente de esta manera con el objetivo de conseguir que un proyecto estratégico para nuestro país se mantenga en Euskadi. Un gran empresario con compromiso de país y vocación industrial. Sin su involucración absoluta en el proceso, esta operación no hubiese sido posible”. Ha subrayado que esta operación “representa el mejor ejemplo de la colaboración público-privada como vía para fortalecer la industria de Euskadi y, con ella, el bienestar de toda la sociedad vasca. Tenemos claro que la industria es el motor y la fuerza de Euskadi, y lo que garantiza nuestro alto nivel de vida, generando riqueza y empleo. La operación exitosa que hoy se ha producido es una apuesta por más y mejor industria”.
El Gobierno vasco se ha volcado en que conseguir entrar en Talgo y mantener su arraigo en Euskadi. Talgo tiene una de sus plantas más importantes en Rivabellosa, en Álava, en la que trabajan 700 trabajadores -en toda España, la compañía cuenta con cerca de 2.500 trabajadores directos-. De ahí que la apuesta vasca suponga mantener el empleo, pero además, intentar que la sede social de la empresa, que ahora está en Madrid, vuelva a Euskadi, en concreto a Álava. No obstante, el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, ha puntualizado que hay que hacer “las cosas a su tiempo” y la decisión de la sede es algo que tendrían que aceptar los accionistas que quedan en Talgo. “Son cuestiones que hay que discutir y acordar con el consejo de administración de Talgo”, ha señalado. También ha resaltado que el hecho de que haya un presidente de Talgo, Carlos de Palacio Oriol, que tiene “sus raíces en Euskadi”, es importante. Carlos de Palacio Oriol se entrevistó recientemente con el lehendakari Pradales en Ajuria Enea.
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Ramiro González, diputado general de Álava, territorio al que la empresa podría trasladar su sede social, ha señalado que el acuerdo constituye “una extraordinaria noticia para Álava, supone reforzar nuestro tejido industrial, beneficia al conjunto del territorio y especialmente a los proveedores alaveses de Talgo y abre nuevas oportunidades para nuestras empresas”. “Esta operación tiene un enorme simbolismo para Álava”. “Talgo es una empresa con corazón y alma alaveses y el retorno del centro de decisión a nuestro territorio supone recuperar una de nuestras señas de identidad industriales”, ha manifestado. Además, ha destacado que se lleve a cabo este proyecto con la colaboración del Gobierno y de las fundaciones de Kutxabak. “Esta fórmula de colaboración es el camino para abordar los importantes retos a los que se enfrentan en estos momentos nuestras empresas y seguir avanzando en el fortalecimiento de nuestro tejido industrial”, ha señalado el diputado general.
Este viernes, antes de que se hiciera pública la decisión de Trilantic, el consejero de Talgo José María Oriol Fabra, vicepresidente no ejecutivo con categoría de otro externo, ha presentado su dimisión “irrevocable” como miembro del consejo de administración de la compañía española “con efectos inmediatos”, alegando “motivos personales”, ha informado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Antes habían presentado su dimisión otros tres consejeros dentro de las tensiones generadas en el proceso de venta.
El consejero Jauregi ha contado cómo se fraguó el acuerdo con Jainaga en un reunión con él mismo y el lehendakari: “Me quedé muy impresionado con lo que dijo. Y dijo, tenemos una empresa aquí que la podemos perder y en Euskadi necesitamos hacer una apuesta por la industria que está en nuestro ADN y también hacer una apuesta por el arraigo, y que un tipo de empresa como Talgo no la perdamos. Y él tuvo el compromiso personal de decir, ¿por qué no intentamos hacer algo para que esto se quede aquí?”. A partir de que se confirme la venta, arrancará el proceso de poner en marcha un plan industrial que permita al fabricante de trenes dar salida a su cartera de pedidos que suma más de 4.000 millones, pero que hoy en día no es capaz de sacar adelante por falta de instalaciones.
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