Tormenta perfecta en Cuatro Vientos por los cortes en la A-5 y quejas a Almeida: “No ha puesto un carril solo para buses”

Incertidumbre, resignación y algo de crispación en el primer día del corte de la A-5 para su soterramiento. Cuatro Vientos se ha convertido en punto neurálgico de la afectación al transporte público por la convergencia entre 18 líneas interurbanas desplazadas, la línea 10 de Metro Madrid y la C-5 de Cercanías. Miles de viajeros han protagonizado escenas de prisas, esperas y aglomeraciones en el acceso al suburbano durante la mañana más fría de lo que va de año en la ciudad, aunque el caos no ha llegado a apoderarse de la situación.

Araceli, visiblemente molesta, comienza declarando a Somos Madrid que “más vale no decir nada”. Pero finalmente se desahoga: “Estamos pelándonos de frío aquí a la intemperie [los buses llegan y parten del exterior junto a la propia carretera por lo que no hay opción para resguardarse]. A ver cuánto tenemos que esperar y todo porque al Ayuntamiento no se le ha ocurrido poner un carril solo para los buses. Se nota que el alcalde no tiene que hacer este camino todos los días para ir a trabajar”, reprocha a José Luis Martínez-Almeida.

Desde este miércoles, los autobuses urbanos han sido desviados por otras vías y los interurbanos solo pueden llegar hasta Cuatro Vientos, para evitar su paso por el tramo en obras. Sin embargo, los coches particulares que quieran utilizar la A-5 de entrada a Madrid pueden hacerlo al disponer de dos carriles, uno menos que el habitual. Además, el equipo de Almeida también ha suprimido el carril bus de la zona por lo que taxis y VTC tienen que compartir espacio con los anteriores.

Según varios viajeros, sus trayectos en transporte público al trabajo o al centro de estudios han duplicado e incluso triplicado la duración habitual. Lo mismo ha sucedido entre quienes se desplazan en coche. Desde primera hora de la mañana hay un gran atasco que alcanza el cruce con la M-40, en Alcorcón y antes de entrar a Móstoles. El retraso respecto a un día habitual ha llegado a superar los 30 minutos.

“Hay mogollón de gente”, sintetiza en conversación con este periódico un miembro del personal de Ábaco Estudios de Mercado S.L. Una compañera lo concreta en alrededor de entre 70 y 80 personas por autobús. Estas personas se dedican a contabilizar el número de usuarios de cada bus interurbano para que después el Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid (CRTM) ajuste el refuerzo al transporte.

La percepción de los viajeros lo confirman los datos de Renfe Cercanías, que ha registrado un 17% más de viajeros en la C-5 este miércoles con respecto a un día normal. El incremento de personas tomando los trenes se elevaba al 60% en la estación de Cuatro Vientos, donde se han multiplicado los accesos. En Alcorcón el uso de este servicio estatal también ha aumentado un 20%, según datos facilitados por la compañía relativos a la hora punta.

Protestas por falta de datos e incluso información errónea

En las inmediaciones y el interior de la estación de Cuatro Vientos se dedican a guiar y despejar dudas decenas de empleados de Metro, Cercanías y empresas vinculadas al CRTM. Pero aun así, la desorientación es habitual. “Yo no sabía nada. Ayer cogí este autobús y no me dijeron ni mu”, cuenta Aitana, estudiante de la Universidad Alfonso X El Sabio en Villanueva de la Cañada que hasta ahora solía tomar el bus en Príncipe Pío.

De hecho, Aitana afirma que en la mañana de este miércoles se ha desplazado hasta dicha estación, donde le han comentado que ahora la cabecera y destino de hasta 18 líneas interurbanas se sitúa en Cuatro Vientos. Pese a ello, los paneles de los buses interuabanos todavía indican que llegan y parten de Príncipe Pío.

Junto a la boca de Metro de la estación, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de la capital, Reyes Maroto, ha pedido por ello que haya personal informando de la situación en los propios buses (antes de que los viajeros lleguen a Cuatro Vientos y se desorienten).

Un par de anécdotas ilustran esta desinformación: un viajero que espera en la cola de un bus interurbano pregunta al conductor cúantos días van a durar el nuevo itinerario y los cortes. “Cuántos años querrás decir, ¿no?”, le replica el autobusero. Poco después, un trabajador del operador de autobuses interurbanos Arriva confiesa a este periódico que en solo un par de horas ya ha visto “cuatro o cinco personas que no se han bajado aquí en Cuatro Vientos porque iban con los cascos y no sabían que ahora el recorrido acaba en este punto, así que han empezado a ir en el otro sentido”.

Según ha señalado Almeida, el tráfico de entrada a Madrid en la A-5 ha caído un 26% en hora punta, con un incremento “muy sustancial” del transporte público. La cifra da cuenta en realidad del problema generado en el tráfico rodado, ya que la eliminación de un carril de los tres disponibles el espacio disponible para los coches se había recortado ya un 33%.

Más allá de la estampa en la superficie de Cuatro Vientos, la jornada ha dejado algunas imágenes de aglomeraciones, aunque muy puntuales, en la línea 10 de Metro (reforzada en un 9% por la Comunidad de Madrid). En Cercanías, con un refuerzo del 21% en la C-5, la situación ha sido todavía más estable, debido al 17% de aumento de viajeros antes citado.

Al menos dos años trastocando la movilidad del suroeste de Madrid

Las obras para soterrar parte de la autovía reducen la mitad de sus carriles disponibles desde este miércoles 15 de enero y hasta, al menos, el 2026. El mayor refuerzo del transporte público tiene lugar en la línea de C-5 de Cercanías con 42.240 plazas adicionales cada día. Asimismo, el Ministerio de Transportes ha implantado un carril bus en la A-5.

Respecto a Metro, las líneas 5 y 10 han recibido un respaldo del 9% para transportar hasta 8.100 personas por hora. En cuanto a los autobuses de EMT el refuerzo se limita a un bus por línea, aunque las administración informa de que se dispondrá de ocho buses y 16 conductores de reserva ante las posibles incidencias. Además, hay dos lanzaderas entre Cuatro Vientos y Aluche (SE1) y entre Cuatro Vientos y plaza Elíptica (SE2), con una frecuencia de paso de aproximadamente cinco minutos.

Paralelamente, en una de las medidas más criticadas, 18 líneas de los buses interurbanos (verdes) han desplazado sus cabeceras de Príncipe Pío a Cuatro Vientos. En redes sociales, varios afectados han apuntado a la no habilitación de un carril bus hasta Príncipe Pío por parte de las autoridades madrileñas como una importante merma para la movilidad.

La oposición a los Gobiernos de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Alemida ha venido alertando de las problemáticas derivadas de un plan alternativo de movilidad que califican cuanto menos de “insuficiente”. Una delegación de representantes del PSOE de los municipios afectados por las obras han acudido con motivo del inicio de los cortes de tráfico a la zona de Cuatro Vientos. La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, ya vaticinaba “caos” y “un problema de seguridad”. Ahora ha anunciado que los 22 grupos municipales socialistas de las localidades afectadas presentarán una moción en sus respectivos consistorios para solicitar la aplicación del carril bus hasta Príncipe Pío

Para la portavoz de Más Madrid en Cibeles, Rita Maestre, las alternativas “siguen sin dar solución a la movilidad del conjunto de la ciudad”. La edil recordaba además hace unos días en declaraciones a los medios que se trata de “una obra competencia del alcalde”.

“Son medidas pobres y de ciencia ficción, que van a convertir Madrid en un infierno durante muchísimos meses y que huelen de lejos a que, en realidad, Almeida no ha conseguido pactar mucho con su jefa Ayuso. Desde Más Madrid presentamos un plan el pasado mes de octubre que el alcalde ni se dignó a leer. El plan que diseñaría cualquier ciudad seria, teniendo en cuenta el sistema de movilidad en su totalida”, afirmaba Maestre.

“Es una solución sencilla que podría estar ya en marcha: dividir los accesos de los municipios del suroeste a Madrid en varios corredores, es decir, itinerarios alternativos de los autobuses interurbanos a distintos puntos de acceso como Príncipe Pío, Cuatro Vientos, Colonia Jardín, Moncloa, La Peseta, Oporto, Villaverde Alto y Villaverde Bajo. Todo con carriles reservados”, exponía la concejala. 

“De esta manera, los viajeros tendrían disponibles un montón de líneas de Metro y de Cercanías, sobrecargando mucho menos la red. Pero, claro, es mucho mejor ir por libre y con medidas de ciencia ficción, lo que contrasta con el esfuerzo que ha hecho el Ministerio de Transportes. Almeida se ha centrado exclusivamente en facilitar el tráfico de coches en el corredor de la A-5. Incluso la señalización para el coche está muy detallada, ahí se ha esforzado, mientras que la del transporte público es pírrica”, opina Maestre.