El temporal no consigue frenar la marcha feminista en Murcia: “Llueva o nieve, las feministas no se mueven”

La convocatoria para la manifestación del día de la Mujer en la ciudad de Murcia ha peligrado momentos antes de su arranque este sábado, a las 19.00 horas, a consecuencia de las lluvias que llevan una semana golpeando con fuerza la Región y que han dejado una víctima mortal a su paso por Lorca. “Llueva o nieve, las feministas no se mueven”, han comenzado a vociferar algunas voces en la plaza cuando una batucada ha marcado el arranque de la manifestación, que se ha retrasado media hora.
Un par de minutos antes, la multitud se ha refugiado bajo los arcos ajardinados de la Merced. Las terrazas han coexistido con las pancartas, que han destacado en mucha menor medida que años anteriores; sujetar un paraguas ya ha sido suficiente un día como hoy. A la pregunta de si esperaba turno para coger mesa o la señal de salida, otra señora ha contestado: “Pues mira, con el día que hace, lo que pase antes, pero no me quiero perder esto, que yo solo salgo a manifestarme hoy”.
En un goteo incesante, cientos de personas han iniciado el recorrido que, inicialmente, tenía que recorrer la Gran Vía de Murcia hasta Teniente Flomesta para terminar en la plaza de la Cruz Roja. No obstante, las obras de una tubería en la arteria principal de la capital han obligado a desviar su recorrido por las calles peatonales del centro, desde la Merced a la plaza del Cardenal Belluga pasando por Santo Domingo y la trapería.
Es justo en este tramo donde un hombre, alrededor de los cuarenta y cinco años, contemplaba la escena escéptico mascullando algo sobre las asistentes. No demasiado alto como para considerar que el señor las increpaba, pero sí lo suficiente para que las dos señoras que observaban la marcha desde un lateral le hayan escuchado. Ambas le han dedicado una mirada puntiaguda y, acto seguido, se han reído cuando el señor se ha resbalado con una baldosa mojada y ha acabado de bruces contra el suelo; “por listo”, ha apostillado una de ellas.
“Es que si por lo menos estuvieran callaicos, aunque fuese solo hoy, ¡virgen santa!”, ha dicho la otra. Dolores y María, como se identifican, han confesado que han estado a punto de no venir: “[...] y con setenta y seis años que tengo, no tengo las piernas para caminar tanto… además, lloviendo ¡uy! qué va. Pero me ha llamado María al móvil y me ha dicho que nos ponemos aquí un ratito y la vemos pasar aunque sea. Qué menos”.
La Plataforma Colombine de Mujeres Periodistas Feministas de la Región de Murcia, presente en la manifestación, ha hecho público su manifiesto bajo el lema “Orgullo feminista, orgullo periodista”, que reivindica el papel esencial del periodismo feminista en la lucha contra el negacionismo machista y los discursos de odio. “Las periodistas feministas de la Región de Murcia, motivadas por los continuos ataques a la igualdad y la justicia, utilizan su profesión para dar voz y visibilidad a las batallas diarias” contra las distorsiones y silenciamientos de la realidad de las mujeres. El manifiesto también reafirma su compromiso con la verdad y la justicia, rechazando cualquier intento de negar o minimizar la violencia de género y otras formas de discriminación y destaca la importancia de la pluralidad y la visibilidad de las voces femeninas en los medios, exigiendo paridad y reconociendo el feminismo como un motor de cambio social y transformación mediática.
La jornada en la Región ha estado profundamente marcada por la polémica sentencia a la red de empresarios murcianos dedicada al abuso y a la explotación sexual de menores, condenados a penas irrisorias y a programas de educación sexual.
La lluvia ha disgregado la concentración y las manifestantes han recorrido los últimos metros hasta estar bajo el imafronte de la catedral. En la plaza del cardenal Belluga, y en paralelo a unas pocas mesas de las terrazas que estaban ocupadas, la muchedumbre se ha acentuado. Sin perder la impronta, los cánticos se han diluido y ha vuelto la batucada a retumbar por toda la plaza; un megáfono ha comenzado a gritar “putas con derechos” y hay quien ha mirado para otro lado y quien se ha distanciado, y es ahí cuando entre murmullos, las discrepancias salen a la luz: “¿Qué eslogan es ese? En vez de intentar buscar lo que nos une a todas se ponen a reivindicar unas cosas que yo, de verdad, no sé a dónde vamos a llegar”, ha comentado una chica que ha dado la espalda al megáfono y ha seguido la marcha. “Pues yo no sé que pensar”, ha dicho otra mujer al lado, “si va a existir de todas formas, al menos que tengan alguna seguridad, pero claro…”
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