Nuevo descubrimiento en Pompeya: este fresco aporta nuevos datos sobre el culto romano al dios Dionisio

Desde su descubrimiento a mediados del siglo XVIII, en el yacimiento arqueológico de Pompeya no dejan de aparecer nuevos hallazgos, y que además, nos arrojan mayor información sobre la cultura y vida en la ciudad romana que quedó sepultada por la erupción del volcán Vesubio en el 79 d.C junto a Herculano.

Pompeya quedó cubierta de una gruesa capa de cenizas y lapilli y esto hizo que quedara sepultada y enterrada, con una conservación diferente a las habituales ruinas romanas que quedaron a la luz. Ahora, en el yacimiento se ha dado el descubrimiento de un nuevo fresco en una tanda de excavaciones que aporta datos inéditos sobre el culto al dios Dionisio.

Los nuevos frescos descubiertos en Pompeya dedicados a Dionisio

En la bautizada como Casa del Tíaso, en la que están teniendo lugar una serie de excavaciones, es donde se ha descubierto una pintura al fresco de grandes dimensiones dedicada al dios griego Dionisio, divinidad del vino y la locura, y cuyo culto está envuelto en misterio como dan muestra los distintos ejemplos encontrados.

El fresco encontrado en Pompeya ocupa tres paredes de una estancia que quedaba abierta al jardín y que se presupone era una sala de banquete, que era lo que solía ser decorado con personajes y muestras que hacían referencia a Dionisio, en este caso con las Bacantes, mujeres adoradas por Baco, como las grandes protagonistas de un desfile.

Esta megalografía, como se llama a estas pinturas murales de grandes dimensiones, es una muestra de los misterios dionisiacos y dataría del siglo I a.C, concretamente entre el año 40 y 30, y por lo que en el momento de la erupción sobre Pompeya tendría ya un siglo de antigüedad.

La caza: un nuevo tema en la iniciación al culto a Dionisio

El gran tema de este mural son los cultos mistéricos dedicados a Dionisio y su ritual de iniciación en Pompeya, que aseguraban que fueran los únicos que conocían sus misterios, y que estaban vinculados a una vida dichosa tanto en la vida terrenal como en la del más allá.

Una de las grandes novedades que presenta este nuevo fresco dedicado al dios Dionisio respecto a otras como la de la Villa de los Misterios es que en ella las Bacantes y sátiros aparecen también dentro del tema de la caza, que es otro que se añade a los rituales iniciáticos al culto de esta divinidad.