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Pilar Eyre desvela en 'Al cielo con ella' cuál es la peor entrevista de su carrera: “Me creé muchísimos enemigos”

Pilar Eyre, durante su entrevista en 'Al cielo con ella'

Redacción verTele

Pilar Eyre visitó este sábado Al cielo con ella, el programa de Henar Álvarez en La 2, para presentar su nuevo libro. Y además de hacerlo, la periodista contó algunas anécdotas sobre su dilatada carrera profesional. En este sentido, Henar quiso saber cuál había sido la mejor entrevista de su carrera, pero Eyre fue honesta y reconoció que se acuerda más “de las malas”. Y entre ellas, una le vino a la cabeza como la peor de todas.

“Por ejemplo, al gran actor Fernando Fernán Gómez. Me dio una entrevista para Interviú, que luego fue el titular y me creé muchísimos enemigos con esa entrevista porque me dijo que le gustaba pegar a las mujeres. ¿Que lo decía en broma? Pues yo no lo sé, pero no era amiga suya, no le conocía de nada, era una periodista que le estaba entrevistando y me dijo 'ay, a mí me gusta, lo que pasa es que, ¿sabéis qué os pasa? Que no os dejáis, que sois muy rebeldes, muy rebeldes'”.

A continuación, Eyre contó la anécdota “más curiosa” que le ha pasado con una entrevista, por la cual también acabó creándose enemigos, curiosamente. Un día, la catalana realizó “una entrevista muy íntima y con cosas muy bonitas” a Lola Flores, quien le contó, entre otras cosas, lo siguiente: 'Mi marido, El Pescaílla, y yo ya no somos marido y mujer, somos padres únicamente. Nos une esto, que somos padres'“.

Una vez realizada la entrevista, Eyre se la enseñó a su jefe, quien ni corto ni perezoso decidió titularla de la siguiente manera: 'El Pescaílla ya no mueve la cola'. “Aquello me ganó la enemistad de toda la familia Flores, porque estuvieron años y años odiándome, persiguiéndome con los coches y llamándome de todo”, afirmó la periodista.

Es más, poco después de aquello se encontró una noche con 'El Pescaílla', quien le lanzó esta petición, según la escritora: 'Hay una periodista catalana que ha dicho que no movía la cola. Dile que si quiere, yo le enseño cómo se mueve la cola'. “Y yo dije: 'Ah, pues no sé quién es. Qué horror. Uy, ¿ha dicho eso?'. Y eso quedó ahí, creo que nunca se enteró de que era yo”, concluyó Eyre entre risas.

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