Esta es la ermita oculta entre un acantilado que solo podrás ver cuando baja la marea

Ermita de Nosa Señora do Porto

Adrián Roque

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En la abrupta costa de Valdoviño, en la provincia de A Coruña, se esconde un lugar mágico que solo revela su acceso en momentos muy concretos del día.

Se trata de la ermita de Nosa Señora do Porto, también conocida como Virxe do Porto o Nosa Señora do Mar, una pequeña capilla enclavada sobre una isla rocosa que desafía el paso del tiempo y las mareas del océano Atlántico.

Lo que la hace única es que solo es posible llegar a ella cuando la marea baja. Durante unas horas al día, el mar se retira y permite a los visitantes cruzar a pie la playa de O Porto, sorteando las rocas que conducen hasta la ermita.

Sin embargo, cuando la marea sube, la capilla vuelve a quedar completamente rodeada de agua, transformándose en un islote inaccesible hasta el siguiente ciclo de bajamar.

Un templo ligado a la tradición marinera

Más allá de su espectacular ubicación, la historia de la ermita está envuelta en una de esas leyendas que han pasado de generación en generación entre los habitantes de la zona.

Según cuentan, unos pescadores encontraron una imagen de la Virgen flotando en el mar y, al llevarla a tierra, descubrieron que al día siguiente volvía a aparecer en el agua. Viendo esto como un milagro, decidieron construir una pequeña capilla en su honor sobre las rocas, dando lugar a lo que hoy se conoce como la Virxe do Porto.

Esta devoción sigue viva hasta nuestros días, y cada 11 de julio, los fieles de la comarca celebran una romería en la que la imagen de la Virgen es llevada en procesión. Un evento que reúne a locales y visitantes en un homenaje a la tradición marinera y religiosa de la región.

Enclave natural de gran belleza

El entorno de la ermita es un espectáculo en sí mismo. Desde este punto privilegiado se pueden contemplar los acantilados que dominan la costa gallega, así como el cercano faro de Punta Frouxeira, una construcción moderna que guía a los navegantes en este tramo del litoral atlántico.

A pocos minutos de la ermita se encuentra la playa de A Frouxeira, un extenso arenal de tres kilómetros muy frecuentado por surfistas y amantes del mar.

Además, la zona forma parte del Espacio Natural de la Laguna y el Arenal de Valdoviño, un ecosistema protegido que alberga una rica biodiversidad y es un lugar ideal para el avistamiento de aves y la observación de flora autóctona.

El destino imprescindible para los viajeros

Ya sea por su misticismo, por su espectacular ubicación o por la belleza del paisaje que la rodea, la ermita de Nosa Señora do Porto es una parada obligatoria para quienes buscan descubrir rincones únicos en Galicia. Eso sí, si quieres visitarla, es importante consultar los horarios de las mareas para asegurarte de que el mar te permitirá cruzar hasta esta joya escondida entre las rocas.

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