Montero diseña un equipo “a tiempo completo” en la cúpula del PSOE andaluz para ejercer como ministra de Hacienda
![La ministra de Hacienda y líder del PSOE andaluz, María Jesús Montero.](https://static.eldiario.es/clip/38ca4f4e-6be2-4fef-8554-6d68dda12e4b_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
María Jesús Montero no puede tener dedicación exclusiva como secretaria general del PSOE de Andalucía, porque gran parte de su tiempo y esfuerzo lo absorben sus responsabilidades en el Gobierno de España: vicepresidenta primera y ministra de Hacienda. “Por eso mismo”, ha aclarado este viernes, está diseñando un equipo “a tiempo completo” en la nueva ejecutiva del partido, que saldrá elegida del 15º Congreso Regional de Armilla (Granada) los 22 y 23 de febrero.
La nueva líder de la federación socialista más numerosa del país -en torno a 40.000 militantes- pergeña estos días la composición de la nueva cúpula del PSOE-A, con el mandato de estar centrados en la política andaluza para cubrir sus ausencias cuando la agenda institucional la aparte de lo orgánico. “El equipo que me acompañe en esta tarea tiene que ser un equipo dedicado a tiempo completo a la política autonómica, y por tanto, incompatible con otro tipo de responsabilidades a las que legítimamente puedan aspirar”, ha subrayado la vicepresidenta del Gobierno en la sede regional, en Sevilla.
Montero ha admitido que su peso en el Gobierno central imposibilita una presencia permanente en Andalucía, como le reclama el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, y todo el PP. El Ejecutivo andaluz le ha pedido que “dimita” como ministra de Hacienda, porque considera que este departamento es incompatible con cualquier otra función, más aún, la carga orgánica de la federación más abultada de los socialistas.
“Necestiamos a nuestros hombres y muejeres en cada una de las posiciones y los necesitamos en cada uno de estos sitios a tiempo completo. El que está en Andalucía, a tiempo completo, el que está en la provincia a tiempo completo, el que está en al Ejecutiva Federal o en el Congreso de los Diputados, a tiempo completo”, ha asegurado Montero.
La secretaria general ha hablado con muchos dirigentes andaluces, los secretarios provinciales, diputados en el Parlamento, senadores... Ha pedido que estos días se esmeren en dar “protagonismo” a la política andaluza, es decir, que todas las reflexiones se centren en el próximo Congreso Regional, y se pausen los debates que vienen después, los congresos provinciales. Ahí se avecinan turbulencias orgánicas, porque sólo una provincia da muestras de unidad y pacificación.
En Sevilla habrá previsiblemente una sola candidatura, la que lidere el actual secretario provincial, Javier Fernández, consolidado desde su posición de presidente de la Diputación. No ocurre lo mismo en Jaén, donde Francisco Reyes también pilota la Diputación y ya anunció su disposición a “dar un paso al lado” condicionado. Esa condición es que le sustituya una lista de consenso, preferentemente pilotada por un hombre de su confianza, Javier Latorre.
Sin embargo, la actual portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz, Ángeles Férriz, rompió el guión hace unos días lanzando su propia candidatura. Montero ha vuelto a pedir hoy en público calma a las “pulsiones de cambio” que hay en las provincias. “A los compañeros que puedan dar un paso al frente, llegará el momento en que se produzca, ahora no toca”.
Las voces críticas que anticiparon la salida de Juan Espadas de la dirección del PSOE andaluz iban más allá del llamamiento a Montero para que el PSOE jugase “el todo o nada” en las próximas elecciones autonómicas, previstas para el verano de 2026. Fernández también planteó la necesidad de que hubiera dedicación exclusiva de los responsables orgánicos del partido, es decir, que el que ocupase un puesto institucional no lo compaginara con funciones de partido.
Este planteamiento, remarcado hoy por Montero, obligaría al delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, a dejar su puesto si confirma su aspiración de liderar el PSOE de Granada, tras la renuncia del secretario provincial, José Entrena. Pero también afecta a otros cuatro secretarios provinciales que, en la actualidad, compaginan sus puestos con escaño en el Congreso y en el Senado: el líder socialista de Almería, Juan Antonio Lozano, que ya avanzado su interés en pilotar “una lista de unidad” en el congreso provincial; el de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, que ha anunciado que se presenta a la reelección; la de Córdoba, Rafi Crespín, que disputará la reelección a sus críticos; y la de Huelva, María Eugenia Limón, que no ha aclarado si seguirá o si se aparta.
La llamada a reforzar la acción orgánica del partido, abrir las casas de pueblo, movilizar a la militancia y tomar el pulso al tejido social es un mensaje complejo para un PSOE andaluz que fue barrido de las instituciones tras la derrota de las autonómicas, en 2022, pero sobre todo de las municipales, en 2023. El PP gobierna hoy todas las capitales de provincia -excepto Jaén, recién recuperada tras una moción de censura- y todas las diputaciones provinciales, excepto Sevilla y Jaén.
Hay muchos exdirigentes y dirigentes sin puestos en cargos públicos que ven los congresos provinciales como una suerte de pasaje a las próximas listas electorales. Hay muchos socialistas sin trabajo ni remuneración pública que pelea en la trinchera orgánica por hacerse paso en el momento de mayor debilidad política del PSOE andaluz.
Montero, desde el minuto uno, ha pedido al partido que se movilice, que escuche la pulsión de la calle y agite a sus bases, alejadas del PSOE en los últimos cuatro procesos electorales. Su reto ahora es incierto: hacer que el socialismo andaluz funcione como una máquina bien engrasada sin el aceite de motor que hasta ahora lo hacía posible: el poder institucional.
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