La producción de trufa en Castilla-La Mancha, un cultivo “complicado” que está “en plena expansión”

El sector de la producción de trufa en Castilla-La Mancha se encuentra “en plena expansión”, aunque es un cultivo complicado que requiere una inversión importante y años hasta que se obtienen rendimientos.
Así lo ha señalado en una entrevista que Cristóbal López, presidente de la Federación de Asociaciones de Truficultores de Castilla-La Mancha (FATCLM) y de la Asociación de Truficultores de la Comarca de Molina de Aragón (TRUFARC), ha concedido a AgroalimentariaCLM coincidiendo con la Feria de la Trufa de la localidad alcarreña de Molina de Aragón.
Este hongo que crece bajo la superficie, muy cotizado en la gastronomía, necesita unos suelos determinados y un clima. En la región, las provincias de Guadalajara, Cuenca y Albacete son adecuadas para acoger las plantaciones de un producto que se está abriendo camino en la región.
¿El sector de la trufa es un desconocido en Castilla-La Mancha?
Desde el año 2009 se viene celebrado la Feria en la localidad de Molina de Aragón. La Feria está dirigida a dar a conocer la trufa y sus posibilidades gastronómicas, tanto al público general como a profesionales del sector. Y es un producto que se esté visibilizando en gran manera en los programas culinarios que en estos momentos se emiten en televisiones, medios de comunicación y redes sociales.

¿En qué momento está el sector de producción de trufa en Castilla-La Mancha?
Los recolectores de trufa silvestre existen desde hace muchos años. Hace una treintena de años se comenzó a cultivar la trufa en plantaciones controladas y en este momento el sector se encuentra en clara expansión.
¿Qué zonas son buenas para este cultivo en la región?
Las zonas que posean una altitud de entre 900 y 1.400 m sobre el nivel del mar y un microclima adecuado de precipitaciones y temperatura, situados en la zona más oriental de la comunidad autónoma, provincias de Guadalajara, Cuenca y Albacete.
¿Qué producción de trufa hay en estos momentos en Castilla-La Mancha?
La trufa es un cultivo que se ha realizado muy individualmente y los productores se resisten a informar de las características de sus plantaciones para evitar las intrusiones de los furtivos.
La Federación de Asociaciones de Castilla-La Mancha está recabando información para conformar un inventario de hectáreas cultivadas y producción. Evidentemente, la producción varía de forma importante porque está sujeta a la meteorología de la primavera y verano y a la producción de las nuevas plantaciones que van iniciando la producción.

¿Qué nivel de calidad tiene la trufa que se produce en la región?
En la región hay una zona muy extensa con distintos parámetros agrarios y meteorológicos que inciden en la calidad de la trufa. La trufa necesita de periodos con baja temperaturas y ello incide en la calidad. La Comarca de Molina de Aragón, sede de la edición XV de la Feria, está a una altitud media superior a los 1.000 metros. Es la zona más fría de la Península Ibérica y el cambio climático afecta en menor grado a dicha Comarca que a otras zonas truferas de España.
¿Qué características debe tener una tierra para ser trufera?
Que sea calcáreo, es decir que tenga caliza activa, poco compacto, ligero y drene bien el agua. El pH ideal será entre el 7,5-8,0.
¿Es complicado iniciarse en el mundo de la truficultura?
Es complicado y laborioso. Hay que realizar una inversión económica importante y hasta pasados varios años no obtienes rendimientos.

¿Qué pasos tiene que dar alguien que quiera incorporarse a este sector?
Primero en un vivero profesional se siembra la planta y la raíz se micorriza con el hongo de la trufa. La encina y el roble son las plantas más adecuadas para que sus raíces sean micorrizadas.
En segundo lugar, el futuro truficultor compra la planta al vivero cuando tiene uno o dos años y la trasplanta a la parcela agrícola preparada previamente.
Durante el primer año hay que ‘mimar’ las plantas para que enraícen bien en el terreno y no mueran. Es conveniente dotar a la parcela con riego para asegurar su crecimiento.
Durante los años siguientes hay que cuidar las plantas, arar la parcela para eliminar malas hierbas, regar durante la primavera y verano si no hay lluvias… Si las plantas se han regado, a partir del quinto año podrían nacer las primeras trufas. Si no hay riego habrá que esperar al octavo o noveno año.
El hongo nace en primavera y hasta el invierno va creciendo y madurando convirtiéndose en trufa madura y preparada para ser recolectada en invierno. La temporada de maduración y, por tanto, de recogida se extiende entre noviembre y febrero.
A pesar de ser tan laborioso, ¿este es un sector con futuro?
Hasta hace unos años era una actividad complementaria a la agricultura. Con los conocimientos y técnicas que se van aplicando a las plantaciones se van aumentando los rendimientos y posibilitando que sea un sector con futuro.
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