Fallece el primer trabajador migrante en la construcción de un estadio para el Mundial de fútbol de Arabia Saudí

Un trabajador migrante ha muerto mientras trabajaba en un nuevo estadio que se está construyendo para la Copa del Mundo de fútbol que se celebrará en Arabia Saudí en 2034.

Según han revelado a The Guardian fuentes conocedoras del accidente, Muhammad Arshad, de nacionalidad paquistaní, trabajaba en las obras del estadio de Aramco, en la ciudad de Al Khobar, situada al este del país. El pasado 12 de marzo, mientras trabajaba en una planta situada a gran altura, se precipitó al vacío.

Se trata de la primera muerte que se conoce de un trabajador migrante relacionada con el Mundial de 2034, y se produce sólo tres meses después de que la FIFA anunciara la designación del país del Golfo como sede del torneo. Las organizaciones de derechos humanos se opusieron enérgicamente a la decisión y advirtieron de los riesgos que correrían los trabajadores migrantes en las obras de construcción de la Copa Mundial: “Los trabajadores migrantes sufrirán explotación y muchos morirán”, alertaron.

Besix Group, multinacional belga de la construcción cuya filial Six Construct es uno de los principales contratistas del estadio, ha confirmado en un comunicado la muerte de Arshad: “Un equipo de tres trabajadores estaba llevando a cabo trabajos de encofrado [creación de moldes para el hormigón] en altura cuando la plataforma en la que trabajaban se volcó. Aunque los tres estaban equipados con sistemas de protección personal contra caídas, uno de los trabajadores no estaba conectado a un punto de anclaje en el momento del incidente y se cayó, sufriendo lesiones graves”. En el comunicado, se indica que inmediatamente llamaron a los servicios de emergencia, pero “lamentablemente, el trabajador murió en el hospital”.

No está claro cuánto tiempo llevaba Arshad trabajando en el estadio, donde se cree que trabajaba como capataz, pero en las redes sociales aparece en las obras desde el pasado mes de septiembre. Según una fuente que estuvo presente, tras la muerte de Arshad, la constructora convocó a los trabajadores a una reunión en la que se les ordenó que borraran cualquier grabación de vídeo del incidente y que no hablaran con nadie al respecto.

Por su parte, Besix ha señalado que “por respeto a la familia de la víctima, se pidió a los trabajadores que no compartieran imágenes de las consecuencias del trágico accidente en las redes sociales”. En el comunicado, la constructora también afirma que “la seguridad es y sigue siendo nuestra prioridad absoluta (...) Las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva, y estamos cooperando plenamente para determinar las circunstancias exactas de esta tragedia”.

El cuerpo de Arshad fue repatriado el martes a Pakistán, donde su féretro fue enterrado cerca de su casa, en el noroeste del país. En declaraciones a The Guardian, el padre de Arshad, Muhammad Bashir, ha señalado: “Estamos destrozados”. “Toda la familia está en estado de shock”. Arshad, de unos 30 años, tenía tres hijos de entre dos y siete años. “Su muerte tendrá un impacto duradero en las vidas de sus tres hijos. Los ingresos de Arshad eran la única fuente de ingresos de la familia”, ha indicado Bashir. En este sentido, ha señalado que ahora tendrán que hacerse cargo de los gastos de manutención y educación de los niños: “Intentaremos cubrir sus necesidades”.

El lunes pasado, Bashir explicó que aún no había sido contactado directamente por el empleador de su hijo, pero que un pariente en Arabia Saudí le había asegurado que su familia recibiría el salario que todavía no se hubiera abonado a Arshad y todas las prestaciones a las que tengan derecho.

Según la legislación laboral saudí, los empleadores también deben pagar indemnizaciones en caso de muerte en el trabajo. Besix ha declarado que ya ha tomado medidas para apoyar a la familia y garantizar que todos los pagos se realicen “de forma oportuna y respetuosa”-

La construcción del Estadio Aramco, con capacidad para 47.000 espectadores, se encuentra en una fase avanzada, y miles de trabajadores migrantes, muchos de ellos procedentes de Bangladesh y Pakistán, trabajan en la obra en dos turnos. Aramco, la compañía petrolera estatal, se ha convertido recientemente en el principal patrocinador de la FIFA.

Una investigación llevada a cabo el año pasado reveló que algunos trabajadores migrantes empleados en el estadio soportan condiciones muy abusivas. Han denunciado que tienen deudas enormes por las comisiones ilegales que se ven obligados a pagar para llegar a Arabia Saudí. Alojados en habitaciones lúgubres y minúsculas, trabajan 10 horas al día bajo el calor abrasador del verano, a 45 grados centígrados, a cambio de salarios miserables que, según algunos, les retienen durante meses.

El estadio es una de las 11 nuevas sedes que se están construyendo para la Copa Mundial de 2034, junto con una enorme ampliación de las infraestructuras de transporte y alojamiento hotelero del país para satisfacer las exigencias de un Mundial ampliado a 48 equipos.

Las obras relacionadas con la Copa del Mundo son sólo una parte del auge de la construcción que se está produciendo en Arabia Saudí, en un momento en que el reino del Golfo trata de revalorizarse en la escena mundial. Las obras dependen casi por completo de un enorme ejército de trabajadores migrantes mal pagados, procedentes en su mayoría del sur de Asia.

En un comunicado, Besix afirma que ha “hecho avances significativos” en la protección de los derechos de los trabajadores allí donde tiene proyectos en curso, y añade que también exige a los subcontratistas que cumplan unas normas de protección que “abarcan todo el espectro del bienestar de los trabajadores, desde la seguridad y los salarios hasta las condiciones de vida”. La empresa reconoce que “algunos contextos locales plantean retos”, y que han tomado medidas adicionales para mejorar estas normas. “Nuestra prioridad es garantizar que todos los trabajadores reciban un trato digno y justo”, señala el comunicado.

Por su parte, Aramco ha afirmado que la seguridad y el bienestar de los empleados es su “máxima prioridad”. “La empresa sigue las mejores prácticas del sector en la gestión y notificación de incidentes, incluida la determinación de los hechos, la secuencia de los acontecimientos y las causas subyacentes”.

La FIFA no ha respondido a la solicitud de este medio para hacer declaraciones.