Escrivá pide impulsar la construcción europea y un acercamiento al Reino Unido ante los aranceles de Trump

El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha avisado de un contexto “extremadamente” incierto para la economía principalmente por la guerra comercial escalada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Desde un punto de vista optimista, Escrivá considera que es una oportunidad para impulsar “la construcción europea”, incluso para promover un “acercamiento a Reino Unido”.

En un discurso en la 'Cátedra de la Fundación La Caixa', el gobernador y exministro ha dicho que la incertidumbre actual es mucho más difusa que nunca, y que “la prescripción es ser cauteloso y reunir información”.

El gobernador ha utilizado el índice de incertidumbre de la política económica mundial, que elabora el grupo de académicos Economic Policy Uncertainty (EPU) y que está en máximos desde que se calcula. Este indicador le ha servido para destacar que las dudas para “los decisores” superan actualmente las que hubo “en la pandemia, o tras el 11-S”. Este índice EPU toma el pulso de la prensa de 21 países, entre ellos España, junto al resto de grandes economías. Es decir, refleja los titulares de dudas y riesgos que se han extendido por los principales periódicos generalistas y económicos de todo el mundo.

Además de la incertidumbre arancelaria, Escrivá ha enumerado otras amenazas, como las que provienen de la política cambiaria —por el efecto de las divisas sobre los propios aranceles, como se explica en esta información—; como las regulatorias —por la patada al tablero comercial y geopolítico de Donald Trump—, y, por último, como las que tienen que ver con la seguridad europea.

Respecto a los planes de aumento de la inversión planteados desde Alemania y el conjunto de la Unión Europea (UE) para responder a este riesgo, el gobernador considera que implica una nueva era para la política fiscal, que va a ser más expansiva. Por ejemplo, según ha proyectado, podría disparar la ratio de deuda frente al PIB de Alemania del 60% al 100%.

Ante esta nueva realidad, Escrivá ha asegurado que se va a producir “un replanteamiento de las reglas fiscales de la UE ante los retos de inversión futuros”, junto a “una simplificación regulatoria” comunitaria y una aceleración del proyecto del euro digital.

En este escenario, el gobernador del Banco de España ha resaltado la posición privilegiada de nuestro país, y del diferencial de crecimiento económico de los últimos años y que se mantiene para este ejercicio. Eso sí, ha recordado que las previsiones actualmente están totalmente sujetas a la incertidumbre que ha comentado en el arranque de su discurso.

Entre las fortalezas de España, Escrivá ha incidido en el positivo comportamiento del mercado laboral. Además, en un contexto de intensificación de los flujos migratorios, “se aprecia un mayor aumento del nivel educativo medio de los inmigrantes en España”, ha comentado.

Otro factor clave, según el gobernador, es que España tiene “menores precios energéticos”, gracias a las inversiones en energías renovables. También ha insistido en uno de los grandes cambios estructurales de nuestra economía, el crecimiento de las exportaciones de servicios no turísticos, por el auge de las ramas de información y comunicaciones, actividades profesionales, científicas y técnicas o la educación.

Por supuesto, el 'boom' del turismo tras la pandemia ha sido y es otra de las grandes ventajas económicas de España. “Las preferencias del consumo parece haberse orientado hacia servicios más que a bienes, lo que ha redundado en un aumento del turismo en países mediterráneos”, ha observado.

Por último, “la economía española estaría menos expuesta a los riesgos arancelarios, por su menor exposición a Estados Unidos, y una balanza comercial cerca del equilibrio”. Entre los retos que hay que “corregir”, el problema de la vivienda es uno de los más urgentes, porque puede suponer “un cuello de botella para el mercado laboral”, según ha concluido.

Lagarde advierte del riesgo de estancamiento de la eurozona

La semana pasada, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, avisó de que los aranceles de Estados Unidos arrastrarán a la economía de la eurozona al estancamiento.

Ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Lagarde señaló que la guerra comercial “está en evolución, y cualquier estimación está sujeta a una considerable incertidumbre”. Aunque se atrevió a afirmar que “el análisis del BCE sugiere que un arancel estadounidense del 25% sobre las importaciones procedentes de la UE reduciría el crecimiento [del PIB] de la eurozona en aproximadamente 0,3 puntos porcentuales durante el primer año”.

Además, según añadió, “una respuesta europea consistente en aumentar los aranceles sobre las importaciones estadounidenses incrementaría aún más esta cifra, hasta aproximadamente medio punto porcentual”. La previsión de avance del PIB (Producto Interior Bruto) del conjunto de los socios del euro es actualmente de un exiguo 0,9%, tras el recorte de dos décimas a principios de marzo desde la expectativa anterior del 1,1%.

“La mayor parte del impacto sobre el crecimiento económico se concentraría alrededor del primer año tras la subida de los aranceles; posteriormente, disminuiría con el tiempo, dejando, no obstante, un efecto negativo persistente sobre el nivel de producción”, explicó la presidenta del BCE.

“Permítanme recalcar nuevamente que estas estimaciones están sujetas a una incertidumbre muy alta, dado que el impacto de los aumentos arancelarios puede ser no lineal, por ejemplo, debido a una reconfiguración significativa de las cadenas de suministro globales. Por supuesto, el alto nivel de incertidumbre política nos obliga a mantenernos alerta y preparados para actuar y proteger la estabilidad de precios”, prosiguió.