Primera radiografía de los becarios que no cobran: casi un millón en 2024
El número de becarios en España era una incógnita. Sin un registro oficial o estatal, los sindicatos advertían de que solo se podía conocer cuántos estudiantes hacían prácticas pagadas gracias a los registros de cotización de la Seguridad Social. Hasta 2024, cuando el Gobierno amplió el derecho a cotizar a los becarios que no cobran por sus prácticas. En total, casi un millón de estudiantes han realizado prácticas no remuneradas a lo largo del año pasado. En concreto, 944.547 personas, ha informado este jueves la Seguridad Social.
El Ministerio ha ofrecido los datos completos sobre cuántos estudiantes hicieron prácticas en todo el año pasado, la primera fotografía más completa de cuántos becarios hay en el país. En total, alrededor de 1,2 millones de jóvenes en 2024, de los que el 80% no cobró nada por sus prácticas.
Por un lado, están las “cerca de 250.000 personas de alta en la Seguridad Social por realizar prácticas remuneradas” en 2024. Estos estudiantes, que reciben un pago económico por la realización de sus prácticas no laborales, tienen derecho a cotizar desde 2011.
Por otro lado, la Seguridad Social ha desvelado la otra cara de la moneda, desconocida hasta que se ha generado el derecho de cotización: cuántos jóvenes hacen becas no pagadas. Son la gran mayoría, 944.547 jóvenes que han “estado de alta y, por tanto, se ha cotizado por ellos, al menos, un día en la Seguridad Social en este primer año”, explica el departamento que dirige Elma Saiz.
Este colectivo no computa en los datos generales de empleo que ofrece la Seguridad Social, “es decir, no están contabilizados en los 21,3 millones de afiliados a la Seguridad Social con los que terminó el año”, precisa el Ministerio.
“Es una buena noticia que por primera vez, por fin, sepamos cuánta gente hace prácticas”, destaca Adrià Junyent, secretario de Juventud de CCOO, que no obstante precisa que en el sindicato están analizando estos datos, aún muy incipientes. Por un lado, celebran que ya haya cifras de becarios en todas las Comunidades Autónomas, algo que al principio de año no fue así, por lo que consideran que ya se está acatando la normativa en todo el país.
La Seguridad Social indica que, por Comunidades Autónomas, Catalunya es donde más altas de estudiantes en prácticas no remuneradas se registraron (185.368), seguida de la Comunidad de Madrid (170.028), Andalucía (135.827) y la Comunitat Valenciana (109.863).
Sin embargo, en CCOO están observando algunos “datos raros”, por ejemplo sobre los días cotizados al mes de los estudiantes, que consideran que han de ser analizados por “si existe falta de alta o mala calidad de las prácticas”, explica Junyent.
Eduardo Magaldi, responsable de la organización juvenil RUGE-UGT, celebra también que “gracias a esta cotización vamos a tener el dato de cuántas personas becarias hacen prácticas al año, reivindicación que exigiamos al Gobierno a través de un Registro de prácticas”.
Magaldi apunta que la reivindicación “se queda parcialmente cubierta” porque un registro permitiría tener “más datos detallados sobre los tipos de prácticas, duraciones, etc.”, pero al menos se ha logrado “saber con exactitud de cuántas personas hablamos cuando abordamos este tema y cuántas de ellas, además, están aún sin remuneración”.
Cobertura ante accidentes y derechos para la jubilación
El derecho a cotizar para los becarios que no cobran supone que “empiezan a generar derechos en el sistema”, destaca la Seguridad Social. Por ejemplo, este tiempo de prácticas se les reconocerá como cotizado de cara a su futura pensión de jubilación. Una situación que no es baladí en un contexto en el que muchos jóvenes encuentran dificultades para entrar al mercado de trabajo. Y, en ocasiones, la etapa de prácticas no es corta, con numerosos meses de becas realizados.
Además, cotizar a la Seguridad Social les ofrece cobertura en caso de accidente de trabajo, destaca Adrià Junyent, “algo muy importante”. Por ejemplo, entre octubre y diciembre, hubo 53 estudiantes protegidos por bajas de accidentes laborales, según los datos que maneja el sindicato comunicados por la Seguridad Social.
En cambio, los becarios no cotizan para la protección por desempleo, la cobertura del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) ni el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), para la hucha de las pensiones. Y, “en el supuesto de las prácticas no remuneradas, se excluye también la protección por la prestación de incapacidad temporal derivada de contingencias comunes”, la baja por enfermedad común, recuerda la Seguridad Social.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha destacado que el alta en la Seguridad Social de los estudiantes en prácticas no remuneradas fue una de las novedades más importantes de 2024. “Supone una extensión de derechos para los más jóvenes, fundamentalmente. Son el futuro del sistema y deben formar parte de él desde el inicio de su carrera laboral”, ha subrayado.
El 95% lo paga el Estado y “sin hecatombe” de las becas
La Seguridad Social recuerda que la cotización de los becarios no remunerados “cuenta con una amplia bonificación en las cuotas a la Seguridad Social que alcanza una reducción del 95% en la cotización por contingencias comunes”. En el caso de los estudiantes de Formación Profesional, la cobertura del Estado alcanza al 100%, como acordó el Ministerio de Educación.
La cotización de los becarios generó una enorme resistencia en el sector de la universidad, al igual que el Estatuto del Becario aún pendiente que reconoce otros derechos a los estudiantes en prácticas, como vacaciones y unas compensaciones mínimas. Desde la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades Españolas) se advirtió de que se ponía en riesgo el sistema de prácticas y que, en caso de que las empresas tuvieran que cotizar por los estudiantes, muchas rechazarían esta opción de formación práctica.
Sin embargo, tras este primer año de aplicación, desde la CRUE reconocieron a El País que el sistema está funcionando “bien”. Los rectores de las universidades sostienen no obstante que este buen funcionamiento se explica porque son las universidades y los centros educativos los que están asumiendo mayoritariamente el pago del 5% de las prácticas, en lugar de las empresas.
“No ha habido ninguna hecatombe de las prácticas, como se dijo. Igual que ocurrió con el salario mínimo y con la reducción de la temporalidad, que se avecinó el apocalipsis para no aprobar estos derechos y, cuando se pusieron en marcha, han funcionado bien”, sostiene Adrià Junyent.
Coincide el responsable de RUGE de UGT. “No ha existido ninguna debacle tras su implementación y se suma a la larga lista de avances propuestos que, después de un proceso de catastrofistas lanzando ideas negativas para impedir su puesta en funcionamiento, luego nunca ha sucedido lo que vaticinaban: destrucción de empleo con la subida del salario mínimo, cierre de empresas con la reforma laboral, cientos de empresas huyendo de las universidades si les hacíamos cotizar.... Nada de esto se ha cumplido, al contrario, los datos mejoran”.
Los responsables de juventud de ambos sindicatos confían en que esta buena experiencia con la cotización facilite que se apruebe el Estatuto del Becario, acordado por Trabajo y los sindicatos mayoritarios la pasada legislatura y aún sin pasar por el Consejo de Ministros. “Deja en el descrédito absoluto a esos lobbies universitarios que anuncian catástrofes para poderse mantener en el inmovilismo”, critica Magaldi. Junyent pide a los rectores que, en lugar de intentar paralizar estos nuevos derechos, como hicieron con la cobertura de la Seguridad Social, “piensen en cómo se puede hacer”.
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