Las históricas BBK, Vital y Kutxa recuperan el papel inversor de la banca: “Lo único que hemos hecho es cambiar de traje”

Las tres fundaciones bancarias y antiguas cajas de ahorros, BBK, Vital y Kutxa, participan junto al banco del que son accionistas, Kutxabank, en la nueva Alianza Financiera Vasca que el Gobierno vasco suscribió con nueve entidades el pasado lunes y que nace con una clara intención: invertir en el tejido industrial vasco y garantizar su arraigo a Euskadi y su fortaleza en momentos de especial incertidumbre. La presencia de las tres fundaciones en esta alianza es mucho más que una muestra de intenciones. Pone sobre la mesa el compromiso de que los beneficios que tienen como accionistas de Kutxabank se “devuelva a la sociedad” -como les gusta de reiterar desde las direcciones de las tres fundaciones- por otras vías al margen de lo que es la estricta “obra social”, y, a la vez, buscar nuevas formas de financiación y rentabilidades de forma independiente a los beneficios que tenga el banco.

Es un camino que, en definitiva, pone a BBK, Kutxa y Vital a hacer el papel inversor que antes hacían las cajas, primero, y después el banco, diez años después de constituirse como fundaciones. “En esencia seguimos siendo los de siempre, lo único que hemos hecho es cambiar de traje”, ha señalado este miércoles el presidente de la BBK, Xabier Sagredo, en un acto en el que se ha conmemorado el décimo aniversario de la transformación de la antigua caja de ahorros en fundación bancaria.

El camino de las inversiones empresariales lo abrió hace años la BBK, accionista mayoritario del banco y, por lo tanto, con mayores recursos, y que desde 2022 dispone de un fondo de alrededor de 200 millones para abordar estas operaciones. Kutxa se ha ido sumando de forma más prudente y Vital acaba de estrenarse con la operación de Talgo. Precisamente, la entrada en el capital de esta empresa del consorcio vasco ha puesto de manifiesto la importancia del papel que pueden adquirir las fundaciones bancarias en el proceso de inversiones industriales a través de la colaboración público-privada que quiere capitanear el Gobierno vasco.

No hay más que ver que BBK entrará en la capital de la empresa fabricante de trenes -cuando se firme definitivamente el acuerdo- con el mismo capital aportado de salida por el Gobierno vasco y por Sidenor, 45 millones cada uno. La Vital contribuirá con algo menos para que el consorcio vasco se haga con el 29,76% del capital de la empresa. La entidad alavesa pondrá 20 millones de euros en la que será su primera inversión empresarial, a la que quiere dar continuidad con otras empresas en un futuro “si se presentan oportunidades”, dicen desde la entidad alavesa liderada por Jon Urresti.

La mayor implicación de las fundaciones bancarias en las inversiones empresariales nace en cierto de modo de las consecuencias de una regulación europea que fuerza a los bancos a centrarse en mayor medida en el negocio bancario y reducir su cartera de participaciones. Kutxabank ha ido reduciendo su cartera de forma paralela a la que ha aumentado la de las fundaciones, sobre todo de la BBK.

La fundación vizcaína, que tiene el 57% del capital de Kutxabank tiene que mantener un fondo de reserva que supone una garantía de la capitalización del banco en el caso de necesidad y permite a Kutxabank seguir sin salir a Bolsa. Es una decisión de la que este martes Sagredo ha sacado pecho: “Parecía que estamos abocados a la desaparición. Se presumía que a partir de nuestra transformación en fundación bancaria íbamos a dedicarnos exclusivamente a desarrollar proyectos de obra social, de una menguante obra social. Y que el banco, Kutxabank, no iba a poder sobrevivir en un sector dominado por las operaciones corporativas, por el continuo cuestionamiento sobre su tamaño, sobre los modelos de gobernanza y especialmente el modelo de gobernanza nuestro. Sin ánimo de sentirse y sonar presuntuoso, nada más lejos de la realidad. Nos rebelamos en aquel entonces contra el destino y planteamos una estrategia a largo plazo”, ha señalado.

A la vez BBK mantiene un fondo de participaciones empresariales que también le reportan cuantiosos beneficios que retroalimentan el dinero para la obra social. “Nuestra auténtica razón de ser”, ha reiterado Sagredo tras recordar que la entidad ha destinado 8.000 millones de euros a este concepto a lo largo de esta década en un claro intento de mostrar que la inversión social y empresarial no son incompatibles, sino complementarias. De hecho, ha destacado que es la “mayor obra social del Estado por habitante”.

Habrá que esperar hasta final de este mes para que la fundación vizcaína actualice públicamente su cartera de participadas, pero son públicas sus inversiones en Iberdrola. De hecho, Sagredo se sienta en el consejo de la eléctrica. Tiene un 3% de CAF, otro 3% de Gestamp y también participa en Red Eléctrica, en Vidrala, Arteche o en el negocio de aparcamientos a través de Aparca 10, entre otras, además de la futura partipación en Talgo. La entrada en el fabricante de trenes será la primera inversión para la Vital al margen de un participación testimonial en Ekian, el parque fotovoltaico promovido por el Gobierno vasco y el grupo Mondragon. Vital dispone de una cartera de unos 100 millones de activos financieros, sin contar con las acciones de Kutxabank, señalan fuente de la fundación, a través de los que puede obtener liquidez suficiente para afrontar futuras inversiones empresariales. Recientemente, el presidente, Urresti, destacaba que se están analizando “futuras posibilidades” para invertir ese fondo de reserva “voluntario” del que se ha dotado la entidad. “Se nos va ver en más sitios”, pronosticaba tras la entrada en Talgo. Se apunta a un gran proyecto relacionado con el sector primario. Por su parte, Kutxa, que preside Rafael Amasorrain, mantiene participaciones en Talde, ViveBiotech o Inversiones Zubiatzu, entre otras.

“Vértigo en las decisiones”

Durante la presentación de los actos del décimo aniversario como fundación que ha celebrado este miércoles la BBK y que se desarrollarán bajo el título “Vértigo en las decisiones”, el mismo que lleva un documental en el que diversas personas relevantes de Bizkaia hablan de la implicación social de la entidad, el presidente Xabier Sagredo -que es pariente del todavía presidente del PNV, Andoni Ortuzar y antes de presidir BBK fue tesorero del partido, el mismo al que pertenece Urresti- ha puesto en valor que hace diez años tomaron la decisión más difícil, la de mantener la propiedad del banco. “Cuando se habla tanto de la importancia del arraigo, esta decisión fue una clara muestra de nuestra visión y vocación en este sentido”, ha señalado.

La fundación BBK celebrará este décimo aniversario con diversas actividades entre los que destacan diez eventos, según ha apuntado la directora de la obra social, Nora Sarasola. Entre ellos, habrá tres conciertos especiales que se irán detallando próximamente. Uno de ellos será “en abierto” y en el entorno de la ría de Bilbao, “un formato único” y agendado en junio. Habrá más espectáculos. A final de año, llegará una segunda “experiencia inmersiva” en la Sala BBK, en la línea de Solstizium que durante las pasadas Navidades recibió más de 19.000 espectadores y que “envolverá” al visitante para interactuar de forma innovadora con el arte, la historia, la ciencia y la magia.