El Ayuntamiento confirma que el negocio de las pistas de pádel de los Salesianos de Carabanchel carece de licencia

Muchos colegios concertados y privados cuentan con grandes espacios que, en el actual contexto de carestía del suelo, se convierten en activos económicos de primer orden. Cualquier vecino observador habrá reparado en que muchos han construido aparcamientos en las últimas décadas. Otra forma de aprovechamiento económico del suelo consiste en el alquiler de pabellones y pistas deportivas fuera de la comunidad escolar. El problema es que la misma naturaleza privilegiada de estos espacios –amplios, dentro de la ciudad colmatada– cuenta con la limitación de estar demasiado cerca de los vecinos y ser, por lo tanto, foco de conflictos.
Esto es lo que sucedió con los Salesianos de Estrecho, en la calle de Francos Rodríguez. En el caso del centro de Tetuán, los vecinos consiguieron, tras años de lucha, que el Ayuntamiento clausurara las pistas de pádel, cuya actividad constante, durante toda la semana, hacía imposible el descanso de varias comunidades de vecinos.
Y es lo que viene sucediendo también con el vecindario próximo a otro colegio de la misma congregación, los Salesianos de Carabanchel (Ronda de Don Bosco). Hacia el año 2015 los vecinos del colegio empezaron a apreciar que en el recinto del colegio se empezaban alquilar, a usuarios de fuera del centro, las pistas de baloncesto, de fútbol sala, el pabellón deportivo o las nuevas pistas de pádel.
“Ya entonces mandamos una notificación a nombre de nuestra comunidad de vecinos, pero no nos contestaron. Bueno, en realidad nunca nos han contestado”, explica Daniel, vecino del 114 de la calle Eugenia de Montijo, que es uno de los edificios más afectados por el ruido y la iluminación de las pistas deportivas del colegio.
El malestar siguió creciendo y en 2021 un vecino pidió una medición de ruido, que dio niveles superiores a los 69 decibelios, por encima de lo permitido. “Pero no tuvo ninguna consecuencia. Luego, hicieron otras dos, en 2022 y en 2024, pero a diferencia de la primera, estas las hicieron durante muchas fechas y durante todo el día. Ya nos dijeron los técnicos que al hacerse una media no iría a ninguna parte”, explica el vecino afectado. Las siguientes denuncias que pusieron frente al Ayuntamiento se encontraron con el muro de esas mediciones una y otra vez.
Y las molestias siguieron, con el ruido y la iluminación de forma constante frente a sus casas. Con el pádel, las clases de tenis, las pistas de fútbol o de baloncesto, que se alquilan para diferentes equipos y donde se juegan partidos de liga con público, “y hasta con vuvuzelas”, dice Daniel.
“La cosa es continua, de lunes a viernes el tenis suele empezar sobre las 16 o 16:30; se van uniendo al pádel, que empieza a las 17 h.; los entrenamientos de baloncesto luego, y están hasta las hasta las 23 de la noche. El sábado empieza a las 9 de la mañana, hay tenis, pádel y baloncesto, y están hasta el mediodía. Luego, los domingos, igual empieza a las 9 de la mañana. El domingo solo hay pádel y baloncesto…”, enumera con precisión y hartazgo.
Daniel estuvo la semana pasada, junto con otros vecinos afectados, en la Comisión de Obras del Ayuntamiento de Madrid, a la que el grupo municipal de Más Madrid llevó una pregunta sobre las pistas de pádel, que se alquilan a través de la plataforma Playtomic (la misma en la que se podían reservar en su día las de Estrecho) hasta las once de la noche. La página del colegio sigue indicando en el momento de redactar este artículo que disponen “de tres pistas de cristal cubiertas donde, seas o no seas socio de CDYC [Centro Deportivo y Cultural], podrás alquilar y jugar sin miedo al mal tiempo”.
Borja Carabante, titular del Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, dijo en la respuesta a Esther Gómez Morante, de Más Madrid, que se ha dado orden a la policía municipal para que verifique que no se produce el alquiler de las pistas de forma externa, dado que la licencia con la que cuentan no habilita para organizar actividades abiertas y de pago. Estas dependen de la Ley de Espacios Públicos y Actividades Recreativas, por lo que la licencia de la pista escolar no es suficiente para su explotación económica. Durante su intervención, Carabante deslizó, además, que las pistas no se podrían utilizar fuera del horario del centro escolar.
Los vecinos de la calle Eugenia de Montijo recibieron con optimismo las declaraciones, ya que llevan años aguardando una declaración de esta naturaleza, con la esperanza de que el próximo verano, por fín, podrán descansar con las ventanas de sus casas abiertas.
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