Detenido un capellán de un colegio del Encinar de Madrid acusado de abusos sexuales

Un sacerdote del Highlands School El Encinar fue detenido en la noche del jueves por la Policía Nacional acusado de abusos sexuales sobre una menor alumna del centro educativo, informan fuentes policiales y confirman desde el colegio a este periódico.

El detenido era hasta ahora capellán de niñas de Primaria y Secundaria en el citado centro, de carácter religioso y privado, y ha sido apartado de sus funciones mientras transcurre la investigación policial, indican las mismas fuentes.

La dirección del Highlands School El Encinar ha publicado los hechos en el tablón de anuncios del centro y también los ha difundido entre la comunidad educativa por si hubiera más testimonios de otros abusos por parte del sacerdote, para lo que ha habilitado varios teléfonos destinados a las familias. Hasta el momento solo se ha presentado una denuncia por abusos, que son los que han motivado la detención policial de anoche.

Una portavoz del colegio explica a Somos Madrid que también se ha activado su protocolo de Ambientes Seguros ante estos hechos, de los que aseguran solo han tenido conocimiento después de la detención. “Somos conscientes de la gravedad de los hechos denunciados y nos causa mucho dolor esta situación”, añaden en el comunicado.

El sacerdote está a la espera de pasar a disposición judicial, informan fuentes de la Policía Nacional, que inició las pesquisas después de recibir la denuncia este mismo jueves y por la noche tuvo lugar el arresto. La investigación está abierta y los agentes confirman la interposición de una denuncia pero indican que podrían aparecer nuevas víctimas.

Desde Highlands, colegio católico que depende de los Legionarios de Cristo y situado en la zona de La Moraleja perteneciente a Madrid capital, apuntan a que hicieron públicos los hechos de los que se acusa al padre M. con la intención de dar acompañamiento a las posibles víctimas, tanto del centro escolar como de otros lugares en los que haya trabajado. También indican que los protocolos de la institución, que se pusieron en marcha al conocer el caso, obligan a la denuncia tanto ante las autoridades civiles como eclesiásticas ante la verosimilitud de los hechos.