Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Cabalgar un caballo muerto
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En el mundo empresarial, un caballo es un caballo, pero un caballo muerto es otra cosa que no es lo que significa en sentido literal. La expresión 'caballo muerto' suele expresarse cuando un proyecto ya no es viable, aunque ninguno de los que lo promueve lo ve o quiere verlo. Así, el derroche de esfuerzo y el despilfarro es continuo por sacar adelante un negocio que nunca prosperará.
Esto es aplicable en el mundo de la empresa y, por desgracia, en todos los órdenes de la vida. Quien se empecina en sacar adelante un negocio digno de un resultado que nunca tendrá merece respeto, al menos por el gesto de su pundonor, o compasión, por su 'hybris' o su locura, pero esa misma persona puede estar empecinada en cabalgar una relación personal ya muerta desde hacía tiempo o dar su confianza a alguien que no se la merece. Una cosa no quita la otra, por desgracia.
Cuando el caballo está muerto y nadie lo ve o quiere verlo, da igual lo que se haga. Se le puede comprar una nueva silla de montar, despedir a los mozos de cuadra y contratar a otros nuevos, recurrir a los mejores veterinarios... para nada. Al final, la realidad se impone, como siempre, demasiado tarde, y el aquejado de ceguera, o inepcia, puede tener dos reacciones: o reconocer que se empecinó en el error o echarle la culpa al empedrado (que debe estar harto ya de ser un chivo expiatorio milenario).
En el mundo de la política hay tantos 'caballos muertos' como vivos. Es una carrera curiosa, en donde los contendientes muertos o en trance de estarlo saludan a los vivos y estos se consideran eternos. Alguien dirá que el éxito político marca la diferencia, aunque no siempre es así si el objetivo es realista y se da uno por contento con mantenerse en pie sobre la arena del circo. Sin embargo, es más propicio que ocurra cuando hay ambiciones personales de por medio, cuando el propietario del caballo se empecina en hincar las espuelas en los ijares y el animal ni se mueve.
En el mundo de la política hay tantos 'caballos muertos' como vivos. Es una carrera curiosa, en donde los contendientes muertos o en trance de estarlo saludan a los vivos y estos se consideran eternos
Sé que es fácil decir las cosas a toro pasado. Ser futurólogo del pasado es una profesión que no requiere conocimiento alguno y, de hecho, es una oferta laboral que prolifera en el mercado de la casquería política. Pero a veces se ven venir las cosas, y los que saben de verdad, rara vez se equivocan en el diagnóstico.
Al caballo de José Luis Rodríguez Zapatero lo mató la gran crisis económica de 2008, pero ¿cuántos de sus colaboradores le dijeron: 'Vamos, déjalo, esto no hay quien lo enderece'? ¿Cuántos le dijeron a Ignacio Diego que su momento había pasado cuando porfió con María José Sáenz de Buruaga para recuperar las riendas del Partido Popular en puertas de las elecciones de 2019? ¿Quién le dijo a Mariano Rajoy que a su caballo se lo había merendado la Gürtel?
En Cantabria, en la arena política, los actores se renuevan, aunque algunos lleven 'ad calendas graecas' en cartel. Pero, por lo general, se suceden momentos de gloria y momentos de abandono en las ligas superiores.
Pablo Zuloaga, exsecretario general del PSC-PSOE, quiso montar un caballo de carreras cuando aspiraba a renovar su cargo en un momento en que el équido daba ya sus primeros estertores tras perder el Gobierno de Cantabria en 2023. Vae victis!
Miguel Ángel Revilla, jinete de longeva trayectoria, también perdió el poder, pero no está claro aún si su montura ha pasado a mejor vida o goza de una mala salud de hierro. No es la primera vez que le sucede (ya le ocurrió en 2011) y en esto se ve cómo a veces los caballos muertos resucitan. ¿Estaba muerto de verdad o solo se tomaba un respiro antes de volver a la pista como volvió en 2015?
¿Volverán Pablo Zuloaga y Miguel Ángel Revilla a retomar en un futuro las riendas del partido y preparar el asalto al poder como lo hizo en su día Pedro Sánchez?
A lo mejor es que el caballo no está muerto, a lo mejor es solo que no respira.
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