UGT denuncia al Ayuntamiento de Santander ante la Inspección de Trabajo por las malas condiciones de sus instalaciones

UGT ha denunciado al Ayuntamiento de Santander en la Inspección de Trabajo por las malas condiciones del edificio Cisneros, situado en la capital cántabra y más conocido como la antigua Botica Socorro. El sindicato ha solicitado una visita urgente de los inspectores al lugar y ha afirmado que la seguridad de los trabajadores municipales en el inmueble corre un “grave riesgo”.

No es la primera vez que el sindicato denuncia la situación del inmueble por la falta de mantenimiento. Ya desde la evaluación de riesgos del 2000, ha asegurado, “se identificaron riesgos de relevancia en relación con la estructura del edificio Cisneros utilizado por diversos Servicios Municipales”. Nueve años después, en la revisión de 2009, “se ratificó la existencia de dichos riesgos y su agravamiento, debido tanto a elementos estructurales como al ascensor”.

A resultas de esta situación, desde UGT se realizaron denuncias, a lo que se sumó “un incidente con caída del ascensor, mientras era ocupado por un trabajador”. En el periodo 2014 y 2015, se realizaron solicitudes de intervención directa al Servicio Municipal de Edificación Deficiente, sobre la base de diversos informes técnicos que constataban las numerosas deficiencias, incidentes acaecidos y denuncias realizadas por UGT.

Con posterioridad, el Ayuntamiento adoptó la decisión de proceder al derribo o remodelación integral a partir de 2019, así como la construcción de un nuevo edificio (La Paz), un inmueble que está operativo desde 2022 y que tiene por fin el realojo de servicios.

Sin embargo, desde el sindicato se denuncia que falta personal por trasladar aún y que la concejala del área, Isabel Gómez Barreda, no contesta a sus requerimientos ni “ha dado curso a esa reubicación de todos los servicios y trabajadores”, un compromiso que se revalidó en una reunión del Comité de Seguridad y Salud en diciembre de 2024.

No obstante, en la última reunión de dicho comité, celebrada este 18 de marzo, la edil ha dado “por revocada” aquella decisión, según el sindicato, y, por lo tanto, la reubicación prevista, manteniéndose el uso del edificio Cisneros “hasta que se efectúen nuevos pliegos o contrataciones de empresas privadas, a las que también se ubica en estas dependencias, alegando que parece ser, que carecen de ellas”.

UGT, tras valorar esta decisión como una “vulneración de los derechos de los trabajadores a la seguridad y salud en su puesto de trabajo”, ha puesto en conocimiento de la Inspección de Trabajo la situación del inmueble y requerido una visita. Ha anunciado, igualmente, movilizaciones de trabajadores si no se alcanza una “solución inmediata”.