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Qué fue del compromiso y el arte del Equipo Crónica: “Sus obras buscaban denunciar el momento político que les tocó vivir”

En pleno centro de Valencia, en el pasaje Dr. Serra, se encuentra uno de los murales íntegros más grandes del artista urbano Escif. Sobre un fondo gris nos presenta figuras humanas frente a máquinas de coser, manufacturando distintas prendas en condiciones de pobreza evidentes. En compañía de cada figura, un letrero que imita los carteles de rebajas de temporada nos indica el precio de la prenda que tejen muy lejos de aquí, manos y vidas explotadas. Este mural está situado a escasos metros de un gigantesco Primark.
Resulta muy significativo que el inicio de un documental como ‘Equipo Crónica. Arte de trinchera’ nos muestre cómo se pintó este mural. Que el propio Escif hable del espíritu crítico de quienes formaban ese grupo artístico llamado Equipo Crónica, y confiese que tenían una forma de ver el arte que conecta con su obra. Era un arte políticamente comprometido, con el espíritu de cambio que se demandaba en los sesenta y con la mirada crítica a los aires de renovación asfixiados por una Transición tutelada. Este mural comparte su espíritu, que sigue vivo en 2025.
Equipo Crónica, el dúo artístico que formaban los valencianos Manolo Valdés y Rafael Solbes –brevemente se atestigua también la presencia de Juan Antonio Toledo–, revolucionó el arte de los últimos años del franquismo, y cambió para siempre la estética de la Transición. Su politizada concepción del arte y su querencia por el jugueteo e introducción de nuevas técnicas pictóricas derivadas del Pop Art, cambiaron la historia del arte en nuestro país. Ahora que se cumplen sesenta años de la fundación del grupo, los realizadores Rafael Sesa Mateo y Felipe Villaplana Molina estrenan un documental que repasa su historia y conecta con la actualidad su legado.
Un documental contra el olvido
“La idea de hacer un mural reivindicativo nos pareció que era la mejor manera de rendir homenaje al Equipo Crónica y que sirviera de nexo de unión entre dos épocas”, explica a elDiario.es Felipe Villaplana Molina, codirector del documental ‘Equipo Crónica. Arte de trinchera’ actualmente en cines. “También por una cuestión de analogía con el fin que le conferían a su arte: el de hacernos reflexionar y cuestionar”. Precisamente en ese sentido se pronuncia el propio Escif en el documental: “Es interesante la idea de cuestionar, o por lo menos de poner en duda el formato de sociedad que se nos da como establecido”.
Villaplana cuenta que llegó a la historia del Equipo Crónica de forma casual pero significativa: como se llega al hallazgo del propio desconocimiento. “A mí siempre me habían gustado mucho desde joven, pero desconocíamos muchas cosas como quién o quiénes estaban detrás, sólo teníamos unas referencias vagas. Nos entró la curiosidad y estuvimos informándonos mejor. Tras ello descubrimos que detrás del nombre ‘Equipo Crónica’ se escondía la historia de dos grandes artistas –Solbes y Valdés– que trabajaron juntos durante más de 14 años”.
Ambos pintaron, esculpieron, dibujaron y crearon codo con codo desde la fundación del grupo, en 1965, al fallecimiento de Solbes en 1981. Falleció a los 41 años víctima de una hepatitis, justo dos días antes de inaugurar una exposición retrospectiva de sus casi diecisiete años de actividad en la Biblioteca Nacional, en Madrid. Sin él, Valdés no le vio ningún sentido a seguir con el proyecto. El 10 de noviembre de 1981 también murió el Equipo Crónica.
La suya es “una historia de compromiso, que usó el pop art como herramienta para transmitir al espectador su mirada crítica con la sociedad y la política de su tiempo”, en palabras del codirector del documental. “Sus obras no sólo pretendían emocionar sino que lo que buscaban verdaderamente era hacernos reflexionar y denunciar el momento político que les tocó vivir bajo la dictadura franquista. Y si a todo esto le añadimos su peculiar manera de trabajar y entender el arte, consiguieron cautivarnos completamente y fue el comienzo de la idea de hacer el documental”.
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Villaplana siente que la obra del grupo sigue siendo bastante desconocida, y minusvalorada, a día de hoy. “Como en un principio nos pasó a nosotros, cuando te hablan del Equipo Crónica te vienen a la mente algunos de sus cuadros de colores brillantes, de mezclas de estilos y épocas pictóricas junto a gran cantidad de iconografía, pero de los cuales, verdaderamente desconocemos muchas cosas, creo que fundamentales, para entender la dimensión de su obra, no solo artística sino social y política”.
La última vez que se pudo ver su obra en Valencia fue en 2019, con el caso de estudio propuesto por el IVAM bajo la muestra ‘Equipo Crónica: Mirándose en el espejo de la vanguardia’. En 2016 el Centro Cultural Bancaja reunió una antología de las obras de Valdés y Solbes basada en la expuesta en el Museo de Bellas Artes de Bilbao un año antes. Y desde entonces, poco o nada. La prueba es que ningún museo prepara una celebración de su sesenta aniversario.
Un documental contra la neutralidad
En la reivindicación de su obra, el documental de Rafael Sesa y Felipe Villaplana ya justificaría su existencia y visionado para cualquier interesado en el arte contemporáneo español. Con todo, ‘Equipo Crónica. Arte de trinchera’ también se esmera en tejer un hilo que une los sesenta años de legado con una forma de entender el arte puramente crítica y política. No en vano, en su tercer acto el largometraje destaca una entrevista hecha a los dos artistas valencianos en los setenta, en la que Solbes afirma: “No hay neutralidad en la práctica artística. Siempre se está en un sitio o en otro”. Otra forma de decir que si un artista afirma no ser ni de izquierdas ni de derechas, es de derechas.
Escif dice en el documental que el arte, según lo entiende él, es una forma de preguntarnos “si las cosas son como son, o podrían ser de otra manera”. Y confiesa: “Yo no viví la época de Franco, por lo que no tengo esa consciencia de la lucha que hubo entonces, pero ahora mismo, aunque los demonios estén camuflados, siguen estando en todas partes”. Por su parte, la galerista Lola Giménez avisa de la necesidad de un arte crítico frente al auge de la ultraderecha: “Los hijos de los fascistas son más fascistas que sus padres”, dice en el documental.
Villaplana considera que “actualmente deberían existir otro u otros ‘Equipos Crónicas’ que nos ayuden a cuestionarnos y replantearnos el relato que se nos cuenta, a través de los medios de comunicación y las redes sociales, también a posicionarnos sobre el momento que nos ha tocado vivir de capitalismo feroz, de mensajes xenófobos, de lucha climática…”. Para el codirector del documental sobre el grupo artístico valenciano, “el arte contemporáneo, salvo casos muy concretos, es un tanto ajeno a ese posicionamiento político y está más centrado en el discurso estético y mejora de su estatus económico”.
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