Barbón exige el máximo rigor en todos los análisis para saber la verdad de lo sucedido en la mina Cerredo

“Queremos saber lo sucedido”. Así arrancaba Adrián Barbón su atención a los medios de comunicación, tras participar en el minuto de silencio que este martes ha organizado la Junta General del Principado, en honor a los mineros fallecidos y heridos ayer lunes, en el accidente de la mina Cerredo.
“Los que venimos de zona minera sabemos que lo primero que hay que hacer en estos casos es enterrar a los muertos y acompañar a las familias en el dolor ante una tragedia como esta”, aseguraba el presidente asturiano, quien se refería también a los mineros heridos señalando que “aún es pronto” para conocer su evolución, pero cuatro de ellos permanecen estables y otro, cuyas quemaduras exigieron su traslado, está muy grave.
Adrián Barbón, quien quiso reconocer el trabajo realizado por la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa, aseguró que todo parece apuntar, según las primeras inspecciones realizadas in situ por personal de la Consejería de Transición Ecológica y la Policía Judicial, que el accidente se debió a una explosión de grisú. Sin embargo, dijo, “como Gobierno del Principado exigimos rigor máximo en todo el análisis para saber la verdad, porque el trabajo no puede costar la vida”.
Barbón remarcó que Asturias y León están unidas por el dolor de la mina, como en otras tantas ocasiones sucediera a lo largo de su historia, y que ahora corresponde a las administraciones analizar que “todo estaba bien y en orden, y depurar responsabilidades, si es necesario”.
El accidente en la mina Cerredo se produjo ayer lunes en torno a las nueve y media de la mañana, y estuvo causado, según las primeras investigaciones, por una bolsa de grisú en el interior de la explotación. Un siniestro que le costó la vida a cinco mineros y por el que otros tres están hospitalizados en estado grave. Las víctimas mortales son Jorge Carro, Rubén Souto Robla, Amadeo Bernabé, Iván Radio y David Álvarez. Residían en las comarcas leonesas de Laciana y El Bierzo y tenían entre 32 y 54 años.
El Gobierno del Principado ha declarado dos días de luto oficial en la comunidad autónoma, al igual que también han anunciado las federaciones de industria del SOMA-FITAG-UGT y CCOO de Asturias, parando la actividad minera durante estas 48 horas.
En el momento en que se supo lo ocurrido, comenzaron a sucederse los mensajes de condolencia y apoyo de políticos, sindicatos y asociaciones. Entre otros, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente del Principado, Adrián Barbón, la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, y hasta el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
Asimismo, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, llegaba última hora de ayer a Degaña para acompañar a las familias y aseguraba que todo el peso de la ley recaerá sobre los posibles responsables, pues “en el siglo XXI no puede morir nadie así. Nadie en una mina puede morir”.
Por su parte, el presidente del PP de Asturias, Álvaro Queipo, ha apuntado que un suceso como el de ayer evidencia la peligrosidad de la minería, remarcando que lo menos que se puede hacer en el ámbito político es un gesto como el minuto de silencio y la paralización de la actividad parlamentaria.
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